Marco Mezquida

Propietario de una brillante discografía a su nombre, asociada en muchos casos a relevantes nombres tanto del jazz como de otros ámbitos –léase, la cantante Silvia Pérez Cruz, el guitarrista flamenco Chicuelo, Albert Bover o el mismísimo Lee Konitz–, el compositor y pianista Marco Mezquida lleva años instalado en la primera línea del jazz nacional. Aunque desde este estatus pueda resultar una paradoja, sus últimos trabajos –“Talismán” (2020) y ese “Letter To Milos” (2022) dedicado a su hijo– se han registrado y difundido desde la autoedición, como si el músico menorquín quisiera controlar al milímetro la totalidad de aspectos relacionados con la producción de su obra. Y este flamante “Tornado” vuelve a encajarse en este formato, aunque apostando ahora por una estructura de piano de trío clásico, con contrabajo y batería más el añadido puntual de órgano Hammond o Farfisa, frente a la variante, con el chelista Martín Meléndez y el percusionista y baterista Aleix Tobías, articulada en aquellos dos álbumes precedentes.

Pero no se engañen: antes que actuar de espacio acomodaticio, esta ordenación instrumental supone un desafío para cualquier pianista, si lo que de verdad se pretende es desmarcarse de trilladas formas, ya expuestas y desarrolladas en infinitas ocasiones durante la crónica jazzística. A sus 36 años, Mezquida afronta aquí sin coartadas los retos del formato y lo hace encajando con precisión un inteligente juego de dinámicas y contrastes desde una configuración que discurre por “una tormenta estética, un viaje removedor, más intenso, pasional, visceral y libre”. Y para ello, se rodea en un trío de peso, conformado por el contrabajista japonés Masa Kamaguchi y el batería y percusionista gerundense Ramon Prats (integrante también hace unos años del excelente proyecto MAP junto al gran Ernesto Aurignac), que desborda con creces el rol colaborativo para embarcarse en la trama compositora. Tal es el caso de “Taifü (Japanese Typhoon)”, suscrita por un Prats que también comparte autoría con Mezquida en “Bon ball tenim”.