Álbum

Meemo Comma

Neon Genesis: Soul Into Matter²Planet Mu, 2021
Lara Rix-Martin –o Lux E. Tenebris– no es nueva en el proteico mundo de la electrónica experimental. La contemplan cuatro trabajos largos como Meemo Comma, la propiedad del sello Objects Limited, especializado en artistas no binarios o que se identifican como mujeres, y dos discos como Heterotic junto al veterano de la IDM Mike Paradinas. Es precisamente en el sello de este último donde ha publicado sus dos álbumes físicos en solitario hasta la fecha, a los que habría que añadir los digitales –y autoeditados– Ghost In The Stairs” (2017) y Guided Meditation” (2020).

Cumplimentada la ficha de esta peculiar artista con alias de película de Dario Argento, tocaría introducirnos un poco en el mundo cabalístico-judío que recupera “Neon Genesis: Soul Into Matter², álbum de títulos indescifrables para no iniciados en el que se intercalan lecturas del Zohar, libro explicativo de la Cábala, uno de cuyos fundamentos es la divinidad y la consecuente creatividad de un ser humano –en el origen, sin género–. En parte se trata de una vuelta de tuerca, con la mirada puesta en lo esotérico, a aquellos discos que Aphex Twin o µ-Ziq editaban con títulos que solo ellos sabían interpretar. Rix-Martin les sigue la pista desde su condición hebrea con una serie de cortes que combinan breakbeat, música industrial y un ambient testamentario al que David Tibet y sus oscuros serafines se verían atraídos como las polillas a la lux aeterna.

Estratos culturales y psíquicos como los de “Neon Genesis” resitúan al oyente en un mapa conocido, y lo hacen ampliando lo que algunos llaman “hendidura del trasfondo”. Hasta dónde llega esta en la mente del oyente cuando, movido por la curiosidad, indaga en la del artista y su obra, propósitos y métodos, es algo que depende de la fantasía de cada cual. Lo cierto es que nos encontramos ante un trabajo excelentemente producido, presentado a modo de banda sonora imaginaria –también se inspira en el manga japonés de ciencia ficción adaptado al cine “Ghost In The Shell”, que te acerca a mundos quizá no tan paradójicos –tecnología y misticismo–, habitado por idiomas extraños, entre Europa, el resonante Oriente Medio y una inquietante matrix de neón. Soberana tontería para aquellos que no conecten, viaje alucinante, gustos musicales aparte, para quienes entiendan que la utilidad tiene su sitio en la vida práctica, y los valores estéticos, el suyo propio: abierto, (re)generativo y fundamental. Adonai para todos. ∎

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