Hace un par de semanas, Melenas anunciaron un concierto en la sala Changó de Madrid para el 23 de noviembre, con un aforo significativamente más grande que en su anterior parada en la capital, en El Sol, en la presentación oficial de “Ahora”, publicado en septiembre del año pasado. Después de aquello, formaron parte del circuito Girando Por Salas, la entidad que facilita parte del tour a algunos proyectos seleccionados bajo la falsa etiqueta de emergentes. Ahora se embarcan en su gira de festivales, que parece que culminará en un fin de fiesta con alguna fecha puntual antes de que finalice 2024. Sin embargo, su segundo LP está a punto de cumplir su primer año de vida, y en los tiempos de la inmediatez empieza a antojarse caduco. Suponemos que, en alguna reunión de MGMT, alguien habrá preguntado “¿cómo seguimos moviendo esto?”. Cuando esa pregunta aparece sobre la mesa, suelen darse las siguientes opciones: un post-single, un vídeo directo o un EP de remixes. Parece que el cuarteto se ha decantado por la última opción.
Aunque la premisa sea que cualquier compilación de remezclas de una banda de guitarras es un efecto colateral a su pertenencia en la industria, esto no quiere decir que su elaboración se realice con el piloto automático. “Ya que hay que hacerlo, hagámoslo bien”, han pensado las adalides del krautpop en español. Las navarras han realizado un ejercicio de selección de productores tan dentro de su marco sonoro como con entidad propia fuera de este, lo que permite abrir el espectro del concepto primigenio sin alejarse demasiado de aquel. “Ahora” es el kilómetro cero, y desde este surgen cinco caminos cuyos vértices formarían un pentágono perfecto: todo lo opuestos entre sí que pueden estar, pero con un núcleo en común.
El mérito recae en los autores participantes y la curaduría del cuarteto, fuera de la escena arquetípica y estival. De las diez canciones que forman parte del álbum, solo tres han sido revisionadas, pero un par de ellas por duplicado. Así, las protagonistas son “Bang”, “K2” y “1000 canciones”, las primeras con dos aproximaciones diferentes. En la estructura del EP, las homónimas no se rozan, lo que otorga a cada grabación autonomía e independencia: un remix de “Bang” es, al fin y al cabo, una canción diferente a la original.
El primero en salir a escena es PEANUT BUTTER WOLF, DJ de Los Ángeles y fundador de Stones Throw Records, discográfica de rap que opera desde 1996. Esta ha editado a Madlib, Rasco o J Dilla, entre otros. Su posicionamiento más cercano a la figura del MC o los orígenes soul y afunkados del hip hop provocan que su construcción de “Bang” sea menos contemporánea, más orgánica y que, por ende, guarde mayor parecido con la canción original. A esta le sigue la “K2” de HIDROGENESSE, que en 2024 están siendo reivindicados como padres fundadores tras un cuarto de siglo agitando el indie (verdadero). Por mucho que su figura se haya revalorizado tras el fenómeno Stella Maris, su legado se mantiene tardonoventero. El sonido de Melenas tiene mucho de ese indie de finales de siglo XX y, aunque más cercano a la vertiente granadina que al tontipop posmovida, le sienta bien la producción art pop de Hidrogenesse.
Con “1000 canciones” llega el turno de TIM GANE, que firma individualmente el tema aunque en el título de la remezcla se constate que es líder de Stereolab. Probablemente Melenas sea la conexión mental directa con el krautpop actual en español y, por consiguiente, uno de los legados más visibles de Tim Gane y Lætitia Sadier en nuestro país. El remix, como nexo entre ambas casas, suena a continuación modernista de “Cobra And Phases Group Play Voltage In The Milky Night” (1999).
Si acaso, los puntos cardinales más lejanos se encuentran en los últimos tracks del disco. Miqui Puig (jurado de TV en programas como ‘Factor X’ y ‘Tienes Talento’, pero también con una larga trayectoria artística), bajo el nombre de LAVLab, realiza la versión más personal de “Bang”, despojándolo de casi cualquier elemento musical originario (a excepción de la armonía), alejándolo de la sala y acercándolo a la discoteca. Junto con la housera “K2” de GÖO, es el único tema con algo más de inquietud nocturna. Con respecto a este último, y aunque el disc-jockey navarro se acerque a la electrónica más en boga en la actualidad, no podemos olvidar que toma su nombre de uno de los discos más respetados de Sonic Youth. Se agradece que, tras varias giras internacionales, el cuarteto norteño siga contando con productores locales.
En “Ahora Remixes”, Melenas dejan de ser las autoras para centrarse en la curaduría del trabajo. Lo que une a todos los participantes es la década de los noventa. Stereolab es una influencia directa para el cuarteto, pero en su riqueza de texturas analógicas también se encuentran el pop C86 o los inicios del indie nacional de enfoque twee-sixties. Todo aflora en el trabajo: hay un remixer escogido para cada uno de los palos a los que se aproximan. ∎