Álbum

Miquel Vilella

TornaviajeSatélite K, 2023

¿Contribuirá el tránsito al castellano a darle a Miquel Vilella la visibilidad que merece? El sexto disco de su carrera, primero que publica íntegramente en una lengua distinta al catalán, incide en la línea de pop artesanal y distinguido de sus anteriores trabajos, aunque aquí todo suena algo más liviano, más incorpóreo, más levitante, como si las estimulantes propiedades etéreas de su música lo anclaran a una suerte de realidad paralela, de paraíso imaginario, de hábitat que perfectamente podría ser compartido por Pigmy, Carrots, Malcolm Scarpa, Tachenko o los XTC de “Apple Venus Volume 1” (1999). Creo que incluso los fans del alucinado y alucinante universo de Antònia Font podrían encontrar solaz en un disco como este.

“Tornaviaje” es tan alambicado y evocador como su propio título. Complace escucharle retorcer las melodías a su antojo, apurar las posibilidades expresivas de unos textos que nunca suelen ser de una única lectura, testar su perspicacia compositiva en canciones que no necesitan mucho más de tres minutos para seducir desde una complejidad que nunca es sinónimo de inaccesibilidad. Son ocho cortes en solo 29 minutos, durante los que el de Reus convence tanto cuando mete la directa –las exultantes “El rescate de María”, “Willets Point” o una “Manual práctico del olvido” que tiene un punto a Golpes Bajos– como cuando se explaya en desarrollos que perfilan una suerte de psicodelia pop sui géneris, que es lo que ocurre en “Capitán Nelson” (ese riff de teclado es oro), el tema titular, “Breve encuentro” o “Errabundeo en lo-fi”, que también podría remitir a referentes algo más contemporáneos que los arriba citados, como Wild Honey o Parade. Todas transmiten una placentera melancolía que su autor achaca a una especie de exilio interior, y que tiene mucho más de confortable espacio que de invitación al desgarro. Es un lugar seguro, un manto con el que dejarse acolchar, desde luego.

En cualquier caso, prima siempre la sensación de que los referentes se derriten en sus manos. De que cualquier década o estilo que podamos apresar para ubicar su discurso ante el neófito acaba diluyéndose a su contacto. Y eso siempre es señal de estar ante un creador genuino. De aquellos a quienes siempre conviene atender, recomendar y preservar. ∎

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