Álbum

Peña

CarreiroRepetidor, 2021

Otro folk gallego es posible. Como lo es, por ejemplo, visualizar un triángulo de amor bizarro entre Low, Fuxan Os Ventos y Kiev Cuando Nieva. Puede que ninguno de estos sean referentes directos de Peña, pero, por el motivo que sea, han sido tres vértices que me han venido a la cabeza recurrentemente al escuchar su primer álbum largo. Antes llegó el EP “Fórmula” (2020), donde, por cierto, ya invocaban de modo bastante retranqueiro a Fuxan Os Ventos (clásicos del folk reivindicativo de la Transición) en el tema “Fai o que queiras”.

Toño Magariños, Rubén Abad y Elena Vázquez proceden de bandas atrincheradas en los carreros más periféricos del underground pontevedrés, como Unicornibot, Diola, Cró o Trilitrate. La mayoría de ellas, por cierto, eran de carácter instrumental, con lo que la mayor sorpresa aportada por Peña son sus magníficos textos, siete de ellos obra de Magariños y dos de Abad. Denotan amor por el detalle y por lo oblicuo, concilian un humor soterrado con un sentimiento de melancolía y emociones evocadoras y, sobre todo, una idea muy comprometida desde lo personal y lo próximo. Se advierte la centralidad del amor como acto político y también el apego a la tierra, a la solidaridad orgánica.

No me convencen tanto sus voces, que a veces me alejan de las canciones, aunque ganan muchos puntos cuando recurren a las armonías vocales colectivas. Aunadas con el arsenal ceremonial de órganos de “Burato”, me hacen recordar a grupos como Fleet Foxes. Sin perder pie con el mismo, consiguen renovar el imaginario folk y adaptarlo a los tiempos, mostrar un posicionamiento desde el presente. Temas como “GPS” o “El andén” (“no pasa el tiempo / no llega el tren”) reflexionan de modo muy personal sobre la despoblación y el atraso, mientras que “Mula”, escrita desde el punto de vista del parado que va a la oficina de empleo y se encuentra perplejo con que tiene que recoger un tique para esperar a que lo atiendan, tiene mucho del humorismo crítico de Castelao. El excepcional diseño gráfico, con los colores blanco y azul, a cargo de Myriam Pato, aumenta el ya enorme caudal artístico de esta obra. ∎

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