Still Dreams

Ryuta y Maaya Wachi formaron Juvenile Juvenile a principios de la década pasada. Este recomendable grupo de pop vaporoso y ensoñador publicó un álbum y varios sencillos que permitían entrever un abanico de influjos más amplio de lo que se mostraba en tan tersa superficie. Luego fundaron Still Dreams, cambiaron sus roles instrumentales –ahora canta ella– y dejaron que aflorase todo ese bagaje de querencias sonoras hasta entonces semioculto. Tras autoeditar “Theories” (2018) y “Lesson Learned” (2019), estrechan lazos al otro lado del globo con Elefant Records, sello devoto de la escena pop del Lejano Oriente que ya ha trabajado con músicos de aquellas latitudes como My Little Airport y The Pancakes.

“Make Believe” no solo conserva esa pátina dream pop que caracteriza la música de la pareja nipona, sino que la resalta en la producción y en la mezcla de canciones como “Ultra Doomed”. Pero se impone la voluntad de ampliar una paleta estilística en la que también hay espacio para el synthpop más sofisticado y, sobre todo, para el infinito legado de New Order. Cuando la sombra de estos últimos se alarga sobre canciones como “Last True Love” o “2008” es inevitable esbozar una sonrisa cómplice, porque ahí Still Dreams juegan al descubierto con todo desparpajo.

En cualquier caso, resulta más estimulante perderse en ese pimpante ejercicio de orfebrería retropop que es “Drive All Night (Faster Than Light)”. O subirse a lomos de “One More Kiss” para dejarse llevar por su efectivo trote rítmico, su estilizado trabajo instrumental y esa melodía perezosa pero irresistible que nos sitúa casi cuatro décadas atrás, en el epicentro de la new wave para todos los públicos. También sorprende gratamente “Spell”, con sus pads atiborrados de reverberación y sus guitarras con bouncing delay que vuelven a llevarnos a mediados de los 80, aunque el solo con que la rematan quede bien cerca de My Bloody Valentine. Las influencias pesan, de eso no hay duda, pero Still Dreams son diestros componiendo y, a su manera, trascienden el mero ejercicio de estilo. ∎