The Drums

Probablemente The Drums nunca vuelvan a alcanzar el pico de popularidad y parabienes de “Let’s Go Surfing” (2009; aquí en remezcla de KNIGHT SCHOOL), el single de debut de la banda de Brooklyn, una de las canciones que definieron el indie rock de la pasada década, pero a trancas y barrancas el grupo de Jonnny Pierce ahí sigue, publicando discos que ya no obtienen reverencias generalizadas pero que siempre proveen momentos de placer para los oyentes que miran más allá de la novedad de la semana. El último de ellos, el notable “Brutalism” (2019), se ve ahora acompañado por esta recopilación de rarezas y remezclas, un cuaderno que escarba en esos “momentos perdidos” que toda banda atesora en su currículo.

“Mommy Don’t Spank Me”, solo en descarga y streaming, se enfoca básicamente en caras B de singles, bonus digitales o extras que acompañaron a alguna edición japonesa de sus álbumes. Restos que merecen una segunda oportunidad, como ese “The Only Son” que inaugura la compilación y que apareció como regalo en una edición limitada de “The Drums” (2010), el largo de debut de la banda, una pieza de escaso minuto y medio con la guitarra reverberante y la voz tierna/inocente/suplicante de Pierce como anclaje de su identidad.

Otro momento a reivindicar es “Wendy”, añadido en la edición nipona de “Portamento” (2011), un homenaje en clave synthpop a Wendy Carlos. También, “Baby, That’s Not The Point”, cara B de “Best Friend” (2010), pepita dorada de aromas vintage que recuerda la querencia de The Drums por el rock y el pop añejo anclado en los 50 y primeros 60; o “What We Had”, otro bonus de “Portamento”, canapé melódico que sin duda saborearía con gusto el mismísimo David Lynch.

El apartado remezclas es más prescindible (completistas aparte), aunque comparezcan cirujanos como MATTHEW DEAR, TWIN SHADOW, TRENTEMØLLER o BEAT CONNECTION: la banda funciona mejor en el estilo directo guitarra/bajo/batería que en la búsqueda de los campos magnéticos de la pista de baile o la experimentación. De todas formas, un recuerdo para el reworking de ADD N TO (X) de “How It Ended”, verdadera rareza en un disco de retales que sirve para recordarnos que The Drums, aunque algo desenfocados, siguen vivos. ∎