Álbum

Tunng

Love You All Over AgainFull Time Hobby, 2025

Parece que fue anteayer cuando algunos empezamos a coleccionar sus 7” en Static Caravan, pero los buenos de Tunng llevan ya más de dos décadas de actividad folktrónica. Dos de sus miembros, además, han perseguido toda clase de aventuras: hemos visto a su maquinitas Mike Lindsay aliarse con músicos islandeses (en Cheek Mountain Thief), Laura Marling (en LUMP) o Anna B Savage (vocalista de su proyecto Supershapes), y a su guitarrista y letrista Sam Genders hacer carrera como Diagrams o ser parte de The Accidental.

Pero ninguno de esos proyectos ha acabado de hacer sombra a Tunng, en concreto a los más antiguos, como ellos mismos reconocen en un disco de claro regreso al principio, de juego casi inocente. De nuevo esas guitarras acústicas combinadas con ruido electrónico (clicks, cuts, bleeps, cracks) en canciones suavemente experimentales. De nuevo esas melodías cercanas a Simon And Garfunkel y esas texturas sintéticas crujientes. Según ha dicho el propio Lindsay en nota de prensa, “Love You All Over Again” es su manera de “cerrar un círculo”.

También de nuevo están ahí los samples de spoken word: con uno de ellos (“hablan en una lengua que no comprenden”) se abre la inicial “Everything Else”, en la que Lindsay y Becky Jacobs hacen armonías vocales encantadoras sobre guitarras polirrítmicas, un piano meditabundo y zumbidos diversos marca de la casa. Le sigue la curiosa nana “Didn’t Know Why”, que, como algunos temas de sus primeros discos, suena a actualización de algo que podría haber sonado en “El hombre de mimbre” (Robin Hardy, 1973); una secuela tardía de “Jenny Again”, de “Comments Of The Inner Chorus” (2006), en la que la asesina Jenny se traga su teléfono, su coche y la tele también. Los instrumentales “Drifting Memory Station” o “Coat Hangers”, con sus percusiones de tacto natural y, a la vez, construcción sobrenatural, remiten a los mejores días de la indietrónica, sobre todo a los inolvidables múm.

En las letras, casi siempre de Genders, vuelve a reinar un feliz desconcierto con mucha imaginería natural y mucha fantasía. En “Laundry” nos aseguran que para morir contento, nada como ser el cielo o un árbol. En “Levitate A Little” asistimos a una reunión de “20 cuervos en el sótano, comiendo patatas fritas y bebiendo cerveza”. La mejor forma de escapar, nos sugieren en “Yeekeys”, es “construir un barco a base de vino tinto y miel”. Genders acaba de resumir muy divertidamente su proceso literario en entrevista con la web ‘Fifteen Questions’: se basa, sobre todo, en mantener sus ambiciones “ligeras y lúdicas”, o como él dice, tener “funbitions!”.

“Love You All Over Again” es el disco de un grupo experto en lo suyo, pero a la vez transpira sensación de naturalidad y frescura. La madurez no equivale necesariamente a sobriedad y calma reflexiva. También puede significar un poco todo lo contrario: saber que en esta vida lo importante es jugar, hacer de todo lo posible una diversión en lugar de más trabajo. ∎

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