No lo busquen en formato físico: está agotadísimo (se fabricaba sobre pedido previo). Tampoco, cuestión de ética, en las plataformas de streaming. Pero la referencia 200 de Dischord, que celebra (con retraso) el 40º aniversario del sello de Washington D.C., fundado en 1980 por Jeff Nelson y Ian MacKaye, es una golosina que nos devuelve a los mejores tiempos del punk y del hardcore norteamericano, cuando desde la más absoluta independencia se expulsaba música rabiosa, airada, colérica y rebelde, dispuesta a cuestionar los fundamentos de la sociedad establecida.
“First Six Dishord Records” es una cajita que encapsula los vinilos en 7” de THE TEEN IDLES (“Minor Disturbance EP”, 1980), STATE OF ALERT (“No Police EP”, 1981), MINOR THREAT (“Minor Threat”, 1981, e “In My Eyes”, 1981), GOVERNMENT ISSUE (“Legless Bull EP”, 1981) y YOUTH BRIGADE (“Possible EP”, 1981).
Todo el ruido y la furia ya estaba prensada en las ocho canciones del EP de Teen Idles, el cuarteto en el que Nelson ejercía de batería y MacKaye de bajista, con Georgie Grindle (guitarra) y Nathan Strejcek (voz): borbotones de rabia en piezas veloces y destartaladas escupiendo en la cara del rock más acomodado.
Un veinteañero Henry Garfield (luego Rollins) se ejercita como vocalista en unos State Of Alert que fueron la semilla de la que brotaría, tras su traslado a California, Black Flag.
MacKaye y Nelson (ahora como vocalista y batería, respectivamente) se encuentran de nuevo en Minor Threat: lo que comprimieron en los dos EPs aquí recuperados (doce canciones en total) expandió los monolíticos cimientos del punk y despojó el camino hacia la consolidación post-hardcore que MacKaye elevaría en Fugazi.
La ortodoxia punk de Government Issue optaba por la velocidad sin freno para esculpir consignas de efectividad a prueba de balas: “Rock & Roll Bullshit”, “Anarchy Is Dead” o “Bored To Death” todavía suenan como proyectiles con pólvora fresca guiados por la voz de un enfurecido John Stabb (1961-2016), furor que Strejcek ejercería con autoridad, tras Teen Idles, al frente de unos fugaces Youth Brigade que podrían haber ensanchado más su potencial a tenor de las hirientes “Barbed Wired” y “Pay No Attention”.
Estos “seis primeros discos” en realidad son siete: la caja –con vinilos negros, verde y rojo, además de los correspondientes folletos con las letras– exhuma también las grabaciones de THE SLINKEES, proyecto fugaz (solo actuaron en directo una vez) de MacKaye y Nelson previo a Teen Idles: cinco canciones grabadas el 21 de agosto de 1979 en el sótano de la casa de los padres de Jeff en las que ya se intuía (peguen la oreja a “Conservative Rock”, “Trans Am” o “Go To Alaska”, esta última con letra de Rollins) la revolución que se avecinaba. Una revolución, lo sabemos, que no cambió el mundo, pero que le dio un buen tirón de orejas al rock corporativo y que todavía puede servir de manual de instrucciones para futuros guerrilleros dispuestos a enfrentarse al conformismo y a la monotonía de lo respetable. ∎