Álbum

Za!

MegaflowAcuarela-Gandula, 2011
Hay artistas a los que profesamos un respeto reverencial; los colocamos en el altar y desde la distancia admiramos su proceder. Luego están aquellos grupos a los que a uno le gustaría pertenecer. Son la clase de idea que te gustaría que se te hubiera ocurrido a ti. Za! es, más que un grupo, una genialidad. Za! es patrimonio universal.

Porque escuchar a la banda afincada en Barcelona –el dúo procede de Calonge (Kalon-Jah!) y Terrassa (Tewra-ssah!)– y sus siete instrumentos es acordarse del motivo por el cual desde el principio de los tiempos el hombre ha hecho música: por la posibilidad de un lenguaje propio, la pasión por la fonética y los sonidos como un Lego infinito, la energía eléctrica y el pulso del bombo inyectados en la médula. Es la vida tomada como una obra de arte y ensayo (de ensayar; probar a ver qué pasa), y la apropiación de folclores y tradiciones de cualquier parte que practican Papa DuPau (Pau Rodríguez) y Spazzfrica Ehd (Edi Pou) no tiene un ánimo museístico, sino que explota fermentada como resultado de un proceso de integración natural, saludable y, sobre todo, divertido y jubiloso.

“Megaflow” es en todos los sentidos –al menos en todos los que cuentan: actitud, entusiasmo y ansia de libertad– la continuación del camino que el otrora trío (Alberto Alegre, bajista, se marchó a vivir a Camboya; del dicho al hecho) trazaba en “Macumba o muerte” (2009): un megafluir de ideas subversivas pero nada discursivas estructuradas esta vez en torno a cuatro grandes composiciones con sus respectivos movimientos. Como dos Bobby McFerrins salidos de la caverna, levantando un ciclón de noise, rock progresivo, psicodelia y free jazz. Algo más viejos, tal vez más complejos, pero definitivamente no más sabios, Za! se han convertido en el grito de la jungla que nuestra maltrecha naturaleza necesitaba oír.

Si, como dijo Wittgenstein, es posible elaborar una obra de filosofía seria compuesta enteramente de chistes, entonces es posible construir una ideología para el hombre moderno globalizado –guste o no– utilizando solo el cerebro primitivo. Porque Za! lo dice. ∎

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