La cosa ha ido tal que así: el pasado sábado, 27 de enero, el Consejo de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Sevilla presentó el cartel de la Semana Santa de este año 2024. Y la reacción fue inmediata en X… Comando Libertad (presunta asociación LGTBIQ+ que canta como una almeja a tinglado montado por la derecha para hacerse una poquita de pinkwashing) rechazó el cartel “porque es una falta de respeto y un ataque a los católicos. Exigimos su retirada inmediata. No todo vale”. La Fundación Española de Abogados Cristianos afirma que está “recogiendo firmas para que se retire el cartel de la Semana Santa de Sevilla y dimita el responsable”, y añade “¿Puedes firmar tú también?”; a lo que la gente está respondiendo con un amplio abanico de recurrencias que van desde el categórico “NO” hasta otras elaboraciones más complejas como “¿No están muy ocupados defendiendo a curas pedófilos?”.
Total, que el autor del cartel, Salustiano García, ha tenido que salir al paso para dar explicaciones y justificar que la intención de su pintura era reflejar “la parte luminosa de la Semana Santa”. Añade, además, que el modelo que ha usado de referencia en la obra es precisamente su hijo Horacio, del que quería representar su particular bondad en la mirada. Y, ante el facherío que venía a señalar la insensatez de encargar a García este trabajo (teniendo en cuenta que, de hecho, en su obra ya ha abordado otras representaciones polémicas de niños fumando o sosteniendo cuchillos), el propio pintor ha salido al paso con humor y ha comentado que “habría sido más escandaloso que lo hubiera puesto en chándal”.
Las reacciones en redes ante esta yasificación de la Semana Santa no podían hacerse esperar, y han dejado perlas como el apoyo total de Carmen Lomana o las comparaciones de Gabriel Rufián: “El cartel de la Semana Santa de Sevilla MAL pero un señor vestido de torero y de betún hasta arriba para reyes BIEN.”.
Papa Topo han aprovechado para rescatar el “Tengo estigmas en las manos” que compusieron para “La Mesías”. Y el mejor resumen de todo lo ocurrido hay que reconocerlo al escrito Munir Hachemi en este tuit: “Mucho ‘hay que vivir una vida de servicio’ y luego mira cómo les molesta que Jesús sirva coño”.
Otro tipo de reacción ha sido rescatar imágenes de algunos Cristos que llevan décadas formando parte del fervor religioso pero que (surrealistamente) a nadie se le ha ocurrido codificar como maricones. Pongamos como ejemplos a este Cristo que te trae una toalla a la cama mientras tú estás tumbado después de haberos dado un buen revolcón, este otro que tiene los abdominales piramidales más marcados que ese gymbro que parece que vive en tu gimnasio o mis dos favoritos: Jonathan Van Ness de “Queer Eye” corriendo a pedir la última cerveza cuando en el club lanzan los cañones de confeti que marcan el final de la happy hour y este del que no se me ocurre absolutamente nada porque me pone nervioso y todo de lo buenorro que está.
También han destacado los usuarios que se han lanzado a realizar sus propios carteles de la Semana Santa 2024 protagonizados por iconos de la masculinidad tradicional como Pablo Motos, Ortega Cano, Aznar o Rajoy. Y, claro, estaba cantado que también habría quien se empezaría a frotar las manos con futuros carteles de la Semana Santa, como este con Conchita Wurst o este con Samantha Hudson. Aunque, sin lugar a dudas, yo me quedo con esta propuesta para el cartel de la próxima Feria de Abril.
No voy a extenderme demasiado con esto porque el texto de esta semana ya me ha quedado suficientemente largo… Y porque es que no tiene vuelta de hoja. Es tan sencillo como que las redes sociales no entienden que Eurovisión decidiera vetar a Rusia después de su actuación bélica en Ucrania pero que, por el contrario, sigan permitiendo que Israel use el concurso musical como excusa para seguir lavando su imagen de cara al mundo. Desde Eurovisión se han pronunciado oficialmente alegando que defienden el carácter apolítico del certamen, pero eso no ha impedido que las redes ardan con el hashtag #BoicotEurovision y pidan precisamente eso, un boicot directo al festival hasta que enmiende su actuación y vete a Israel.
Hay quien se ha sumado a la causa sin necesidad de usar ningún hashtag, como le ocurre a Inés Hernand en estas declaraciones. Y hay quien lo ha hecho usando hashtag y razones cargadas de sentido, como ocurre con el siempre sensato Mauro Entrialgo: