Mirases donde mirases, las malas traducciones del inglés –o buenísimas, depende del lector– eran el meme de la semana. En el formato visual del meme Whisper que se ha popularizado a través de cuentas de mememakers de Instagram, la gente se ha pasado estos últimos días cogiendo frases, palabras y nombres propios en español o inglés y haciendo chistes en formato de traducciones imaginativas.
La regla del meme es que no hay reglas. Las asociaciones de sonidos funcionan, las referencias pop también. La gente es ingeniosa, pero también venía entrenada: el meme de hacer “false friends” es un texto que lleva años dando vueltas por la red y que ha pillado un tipo de propulsión diferente al de un formato de imagen. Teniendo en cuenta las mil maneras que hay de darle la vuelta al meme, parece que aguantará fresco más de la cuenta a pesar del bombardeo masivo de los últimos días.
“Doctor Strange en el Multiverso de la Locura” (Sam Raimi, 2022) ha arrasado la taquilla en su estreno, pero también se ha visto en internet. Subrayo: ambas cosas no siempre van de la mano. “Morbius” (Daniel Espinosa, 2022) tuvo un paso fallido por los cines, pero de ella han salido algunos de los memes y TikToks que más brillaron durante el pasado mes.
La sorpresa es que la narrativa principal de los memes que han salido de la peli no contenga spoilers –¡hemos recorrido un largo camino desde los días de “Juego de tronos”!– y se centre en el catchphrase de un título a la vista de todos: Multiverso de la Locura. Bajo este meme-texto, la gente ha apilado todos los ensamblajes surrealistas que hemos tenido en la ficción. Igual que el de las traducciones, el meme de texto que más se ha viralizado es reciclaje, aprovechando las imágenes que teníamos archivadas en la parte trasera de la cabeza, desde los días de “Infinity War”.
Y si hablamos de memes del pasado, ya tenemos ganador. Vamos 100 años atrás. 125 años. Internet se ha obsesionado con Drácula.
El programador Matt Kirkland ha lanzado la newsletter Dracula Daily, que envía capítulos del clásico de Bram Stoker a tu bandeja de entrada. La novela es un pastiche de cartas, artículos de periódico y entradas de diario fechadas entre el 3 de mayo y el 7 de noviembre. Generan un correo diario con lo que pasa en el mundo de Jonathan Harker ese día, a tiempo real. Normalmente es un e-mail al día, pero a veces Harker está muy ocupado con su nuevo amigo el Conde Drácula como para mandarnos un update.
El primer club de lectura masivo de internet genera una cantidad ingente de memes diarios que se pueden encontrar con una búsqueda rápida en las redes sociales. Por supuesto, donde más triunfa es en Tumblr, tierra fértil para este tipo de contenidos basados en fandoms. El recibimiento ha sido tal que, según Kirkland, la newsletter ha alcanzado los 100.000 suscriptores antes de que terminara la semana de su estreno.
Hace pocos meses internet se volcaba en la narrativa –mitad optimista, mitad amenazadora– de un mundo entregado a la tecnología. La Web 3.0. El metaverso. Los NFTs. La promesa sigue ahí, pero estos días recibimos demasiadas señales de una burbuja explotando.
Un informe de ‘The Wall Street Journal’ mostraba esta semana que las ventas mensuales de NFTs han caído en un 92% desde su punto más alto en septiembre del año pasado. Los criptoaficionados están intentando mantener la calma con datos sesgados, subrayando que las ventas de 2022 están proyectadas para ser mayores que las del 2021, cuando los NFTs no aparecieron hasta marzo-abril y cuajaron en el mainstream en la temporada otoño-invierno. Las grandes compañías de NFTs como Yuga Labs están intentando darle sentido a una herramienta que no ha encontrado apoyo en el mainstream. Páginas como Web 3 Is Going Just Great, que reporta desastres en este entorno, no dan abasto.
No es solo el mundo crypto el que pasa por un mal momento: es Silicon Valley entera la que está sintiendo un vibe shift. Netflix está perdiendo suscriptores por primera vez en la última década. Facebook está cerrando su servicio de pódcast después de venirse arriba el año pasado, cuando –tras Clubhouse– el audio era el contenido del futuro. Compañías unicornio que han sido buques insignia de crecimientos sin precedentes como Cameo, On Deck o Gopuff están anunciando despidos.
La pandemia no solo ayudó a sostener la burbuja de las tecnológicas que estaba camino a explotar, sino que disparó las cantidades de dinero que se inyectaban a este tipo de empresas. En 2020, la vida hacia una realidad online se aceleraba, y los inversores se peleaban por dar con el siguiente diamante de la temporada.
Los efectos de la inflación rampante, junto con la normalización de la vida más allá de las pantallas y el escepticismo –incluso el miedo– con que la gente ve una metaversización del día a día, se ven reflejadas en este cambio. No nos acercamos necesariamente a un rock bottom de Silicon Valley, pero quizá sí al final de estos años de “nuevo traje del emperador” en el que el valor de las empresas tecnológicas yace en su capacidad para ser el siguiente Facebook y no en el valor que tienen en el presente. Mis apuestas son que en cinco años estaremos mirando con nostalgia a este desastre de era. ∎