Las Odio: “Utilizamos el humor para hablar de cosas importantes”

Cualquiera que haya escuchado seis o siete canciones de Las Odio sabrá de su acendrado inconformismo: todo les parece mal. Lo mismo atizan al indie español que despotrican contra los pedantes de la música; reniegan de las mañanas de resaca, los pisos compartidos, la vida social, los hombres que van de sobrados… En su nuevo disco, “Presente perfecto” (Autoeditado, 2024), vituperan a los pelmazos, las redes sociales, las fiestas aburridas, el futuro y la sobreactividad. Algo me dice que hay que andarse con pies de plomo con ellas, a menos que quieras ser el centro de su afilado y mordaz escrutinio.

Total, que son las cinco de la tarde de un miércoles y Las Odio me conducen a un decrépito café, despoblado a excepción del propietario, quien con severa y somnolienta mirada nos brinda hostil bienvenida; salpicado de estrechos veladores de mármol, sillas de madera de crujen y con un reloj de pared fabricado antes de 1940 que, por desgracia, funciona a la perfección, a juzgar por el estridente repicar con que nos obsequia cada treinta minutos. Me tranquiliza pensar que el sitio lo han elegido tres de ellas: Paula JJ (voz, letras y teclados), Sonsoles Rodríguez (bajo) y Amanda Palma (batería); la guitarrista Ágata Ahora no concurre a la entrevista por baja maternal.

¿El disco es menos crudo de lo habitual, más elaborado, o me lo parece?

Sonsoles: Ha habido una evolución en el sonido sin dejar de sonar a nosotras. Venimos de un disco que era muy crudo, muy post-punk. La idea era hacer algo más para nosotras, más complejo.

¿Cómo decidís cuándo sacáis un EP, un disco de larga duracíón o un single?

Sonsoles: Justo antes habíamos publicado otras canciones como single, pero estas seis generan un relato más empacado.

Paula: Tiene un relato que se podía contar en seis canciones, así que, para qué poner más.

Aun partiendo del post-punk, conseguís que no haya dos temas iguales.

Amanda: Coincidimos en muchas cosas, pero en otras no. A todas nos gustan muchos tipos de música y eso nos sale.

Paula: Las letras dan una linealidad que aporta coherencia, lo que permite jugar más con la parte musical.

¿Quién tira más hacia el punk, quién hacia el pop de los sesenta…?

Paula: Como las Spice Girls. Yo soy yeyé.

Sonsoles: A mí me gusta mucho el post-punk y la oscuridad.

Amanda: A mí también.

Paula: Y Ágata es más rockera, más grunge.

También son variadas las letras, siempre costumbristas. ¿Estáis todas de acuerdo en temáticas y enfoques?

Paula: Tratamos de generar relatos para que la gente se pueda identificar.

Sonsoles: (dirigiéndose a Paula) El otro día dijiste una cosa que tiene mucho sentido: “Cuando traigo una letra, pienso en que nos represente a las cuatro. Y sabiendo que nos representa a las cuatro, es fácil que represente a más gente”.

Las letras pueden parecer coloquiales, pero, si uno se fija, están bastante curradas. Las rimas, por ejemplo, son bastante ingeniosas.

Paula: Le doy muchas vueltas. Intento partir de ideas concretas para hablar de algo más grande que no sea simplemente el chiste o la tontería; que tengan un poco más de fondo, que es lo que creo que les da verdadera gracia y hace que no seamos un grupo de humor. Utilizamos el humor para hablar de cosas que al final son importantes… y generalmente un poco tristes (risas). Otro de los retos es tratar cosas complejas con un lenguaje lo más sencillo y pegadizo posible, para que puedas corearlo en un estribillo.

Aunque usar el verbo “proyectar” en una canción no es tan habitual.

Paula: Es que soy una freak de las palabras (risas). Para mí, escribir letras es como hacer un autodefinido que a lo mejor no tiene solución. Tienes tres ideas, pero una no encaja, de pronto la mueves… e igual llegas a un punto muerto. Entonces la cambias por otra.

¿Qué nace primero, el concepto de la letra o la música?

Sonsoles: El proceso de composición casi siempre se da dentro del local de ensayo, bien cuando Pauli trae una idea de letra…

Paula: Antes de los ensayos siempre hacemos un ratito de terapia. De descompresión…

Sonsoles: De esos momentos de terapia surgen temáticas que dan lugar a canciones.

Paula: Sí, de hecho ha habido días que no hemos llegado a coger los instrumentos (risas).

Sonsoles: De lo que se alarga la terapia. Pero también componemos a partir de una línea de guitarra o alguna propuesta rítmica.

Hablemos de los temas nuevos: “Presente perfecto” es una oda al carpe diem…

Paula: Nuestro miedo es que se tome así, literalmente. Transmite la idea de que, ya que no podemos proyectar a futuro, vamos a intentar intervenir el presente. Es más bien una exposición política.

Sonsoles: Es un logro del sistema sociopolítico actual el que nos hayamos cansado de ejercer luchas sociales. Han conseguido que pienses que las luchas son tan difíciles, que te quedas…

Paula: … en el pesimismo inmovilista.

Sonsoles: … paralizada sin saber qué hacer. Nuestra propuesta es precisamente la contraria.

“Atrapada” trata del uso que damos a las redes sociales.

Sonsoles: Estamos atrapadísimas. Como grupo igual no somos superactivas, pero a nivel individual estamos todo el día pendientes de la imagen que proyectamos, de cómo percibimos a los demás, de cómo afecta eso a tu situación emocional…

Paula: Como cuando ves que todo el mundo es maravilloso y tienes un día pocho y acabas hundida.

Sonsoles: Ves que todo el mundo hace planes increíbles y tú estás en casa rascándote la barriga… Ofrecen una panorámica que no es real en absoluto.

Amanda: Y la exigencia que conlleva. Si no te conectas, no estás en el mundo o no te enteras de lo que pasa.

“La fiesta del año” narra una fiesta coñazo.

Paula: Hay que dejar de valorar tanto la tontería, una fiesta con gente famosa o con barra libre, cuando, en realidad, si es una mierda, estás mucho mejor fuera en la calle con tus amigas tomándote una lata.

Sospecho que la inspiración viene de una fiesta concreta.

Paula: Sospechas bien.

Hay una concreta, entonces.

Paula: ¿Ah, sí?

¡Me has dicho que sí!

Paula: ¡Ah! (se ríe). Hay una concreta.

Sonsoles: Pero es secreto de sumario (también ríe).

Amanda: Se puede extrapolar a muchísimos momentos de tu vida en que te preguntas “¿por qué estoy aquí?”.

Paula: Pero la idea salió de un día en una fiesta, cuando dijimos: “Tenemos que hacer una letra de esto”.

Pero ¿qué pasó en esa fiesta?

Sonsoles: Pues eso mismo, tal cual. Había muchos personajes relevantes de la cultura y de la sociedad y… nos aburrimos un montón. Me estoy pasando de información. ¿Podemos borrar todo lo que he dicho?

No, no, aquí no se borra nada.

Amanda: Con la de fiestas a las que vamos, nadie va a sospechar.

Paula: Hay muchas fiestas de la cultura.

¿Quién estaba en esa fiesta?

Sonsoles: Pues desde un…

Paula: ¡Booeeeeeeee! (risas).

Sonsoles: Fue quizá después de un estreno de teatro que salió mal.

En cuanto a “Autoexplotación”, esta empieza así: “Dos trabajos y una banda no parecen suficientes”. ¿Quién tiene dos trabajos?

Paula: Yo. Bueno… Ahora tengo tres. No sé.

Eres guionista: ese es uno de los trabajos.

Paula: Claro, pero trabajo para varias personas haciendo guiones. Como fija, estoy en “Moderna de pueblo”.

¿Y vosotras?

Sonsoles: Yo trabajo en gestión cultural en el Ayuntamiento de Madrid.

Amanda: Yo antes trabajaba en gestión cultural en Sevilla, pero era un poco rollo. Y me hice programadora de software.

Paula: Ellas tienen dos bandas. Estamos todas pluriempleadas.

Amanda: Para que no nos dé tiempo a ir a yoga.

Paula: Vamos a yoga también. Y cervecita por la tarde, cuando se puede. Y, luego, un fanzine. Estamos mal.

Sonsoles: Hay una necesidad de estar haciendo cosas productivas constantemente. Al final sales de casa a las siete y media de la mañana y a lo mejor vuelves a las once de la noche y no has parado en todo el día.

¿“Expectativas” guarda relación con “Presente perfecto”?

Paula: ¿Tú tienes ansiedad?

Sí.

Paula: Pues esto va de tomar conciencia de que proyectar genera ansiedad. En “Presente perfecto” no podemos hacer cálculos de nada, y al final eso te hace acabar siempre frustrado. Aquí hablamos de que te ofrezcan un trabajo que luego no salga, que vayas superilusionada a un estreno que sea un desastre… Es tratar de no hacerse mundos en la cabeza.

Amanda: Sería el paso previo a “Presente perfecto”.

Paula, o te comes mucho el coco o lees mucha filosofía.

Paula: Vivo sola, hablo poco con la gente y entonces como que igual doy muchas vueltas a las cosas. Leo mucho, pero no me considero una persona supergafas. También veo ‘First Dates’, ¿eh? Hay mucho equipo de investigación ahí.

Son letras, en el fondo, muy literarias, dentro de su sencillez.

Paula: Vaya pomada me estás dando… (vuelve a reír).

Me da que “Pesado”, el tema que cierra el disco, no se queda en el típico plasta.

Sonsoles: Cada vez que sales y socializas, hay un plasta que te quiere enseñar algo, hablar de su vida… Y no te puedes librar. Es un poco catártica esta canción.

Podríamos entonces conectar “Pesado”con “Yo lo vi primero”, la canción que abría vuestro primer disco, “Futuras esposas” (2017).

Paula: Eso lo diría un pesado, sí.

¿Perdón?

Paula: No, no, no, que lo que se dice en “Yo lo vi primero” lo diría un pesado.

Sonsoles: Y por norma general, suele ser cishombre.

No hay ningún tema claramente feminista en esta nueva remesa.

Paula: Bien visto, ¿eh? Somos feministas, pero también hemos aguantado una chapa con el feminismo… Queríamos cambiar un poco el sentido del discurso, porque creemos que está contado. El feminismo sigue presente en todos nuestros temas, pero no de forma explícita. Al final, siendo un grupo de tías, es el enfoque fácil.

¿Qué os parece que “Zorra” vaya a representar a España en Eurovisión?

Paula: Este tema es complejísimo, porque también tiene muchos niveles. Por un lado, me parece genial, increíble, estupendo que una tía mayor tenga esa propuesta artística y nos represente en Eurovisión. Es una propuesta bastante gay y explícitamente femi y creo que Eurovisión es absolutamente eso.

El concepto riot grrrl ha ido siempre unido a Las Odio. ¿Ha sido cosa de la prensa o salió de vosotras?

Paula: Nos representa.

Amanda: Aunque cada una tenga sus gustos, eso sí que nos identifica a las cuatro de arriba abajo.

Sonsoles: Nos sentimos muy cómodas en esa etiqueta, la verdad. ∎