Mark Linkous: rondando lo fatal. Foto: Juan Sala
Mark Linkous: rondando lo fatal. Foto: Juan Sala

Entrevista

Sparklehorse: Dead Man Walking

Los Sparklehorse de Mark Linkous se presentaron en España en octubre de 1997 como teloneros de Radiohead con solo “Vivadixiesubmarinetransmissionplot”, su primer álbum, de 1995, en el zurrón. Hablamos con Linkous, milagrosamente recuperado tras un accidente terrible, del proyecto de su segundo disco, así como de sus influencias musicales y literarias.

Mark Linkous murió y tiene la suerte de poder contarlo. Zancadilleado por una combinación de antidepresivos y alcohol, permaneció catorce horas inconsciente, postrado en una habitación de hotel con las piernas inmovilizadas por el peso de su propio cuerpo. Fue cadáver durante dos minutos, y volvió a una vida de hospital y silla de ruedas que le enseñó mucho sobre sí mismo. El resto lo aprendió componiendo, porque él, como los grandes, también es de los que escribe para conocerse: “Tengo ciertos problemas para verbalizar mis pensamientos, mis emociones. A veces, el tiempo me supera: corre demasiado rápido, se escapa sin apenas darme cuenta, y entonces me resulta mucho más sencillo expresar lo que siento a través de mis canciones. Por supuesto que el accidente me ha influido, sobre todo, porque me ha hecho saber lo que quiero”.

Y hoy, recuperado de sus lesiones con la (invisible) ayuda de la ortopedia, lo inmediato es terminar la continuación de “Vivadixiesubmarinetransmissionplot” (Capitol, 1995; disponible en Europa en 1996 vía Parlophone), el álbum que situó a Sparklehorse junto a Bill Callahan, Will Oldham o Mark Eitzel en la élite del regeneracionismo folk. “Soy un gran ‘fan’ de Smog y los discos de Palace me encantan. Es un gran honor que se me relacionen con ellos aunque, por otra parte, no comprendo por qué la prensa me asocia con el country. De acuerdo, George Jones es todavía mi cantante favorito y Johnny Cash me impulsó a dedicarme a la música, pero fue el punk lo que cambió mi vida. Trataba de tocar temas de Led Zeppelin y nunca conseguía rematarlos; entonces, llegaron los Sex Pistols y fue como: ‘¡Oh! Yo también puedo’”.

“Lou Reed o Vic Chesnutt son capaces de describir un evento natural de una forma poética. En ‘Saturday’ traté de explicarle a mi mujer lo mucho que apreciaba su compañía, de confesarle lo mucho que agradecía su amor. Y siento que podría haberlo hecho mejor”

Mark Linkous

Cierto, en “Cow” suena un banjo y en “Heart Of Darkness” una pedal steel, pero Mark Linkous no es Kurt Wagner, ni mucho menos Tammy Wynette. De hecho, “Hammering The Cramps” o “Homecoming Queen” se distinguen, más allá de un ensamblaje instrumental siempre en la frontera entre la tradición y el rock radioformulable, por su universo literario, un cosmos preñado de lirismo donde confluyen sueño y realidad, muy a la usanza de la mejor narrativa estadounidense, esa que tiene en Cormac McCarthy algo más que un emblema. “Por alguna razón, no estoy dotado para construir una historia en un marco cotidiano. Lou Reed o Vic Chesnutt son capaces de describir un evento natural de una forma poética. Mi único intento, ‘Waiting For Nothing’, quedó relegado a la cara B de ‘Spirit Ditch’. En ‘Saturday’ traté de explicarle a mi mujer lo mucho que apreciaba su compañía, de confesarle lo mucho que agradecía su amor. Y siento que podría haberlo hecho mejor. Hay algo en la condición humana que nos detiene, que impide sincerarnos. En cualquier caso, McCarthy es el más destacado de una serie de novelistas que describen de manera absolutamente magistral esa belleza húmeda, pegajosa y descorazonadora del sur”.

Teloneando a Radiohead: 25/10/1997 (Zeleste, Barcelona). Foto: Juan Sala
Teloneando a Radiohead: 25/10/1997 (Zeleste, Barcelona). Foto: Juan Sala
Editado por fin en España junto al EP “Chords I’ve Known”(1996) con motivo de la última gira europea de Radiohead, “Vivadixiesubmarinetransmissionplot” no es su primera experiencia discográfica. El joven Linkous emigró de su Virginia natal a Los Ángeles enrolado en Dancing Hoods, una solución de pop-rock edulcorado que se evaporó tras dos LPs que nadie escuchó. “Me aburrí enseguida. Yo solo tocaba la guitarra, pero el problema no fue la falta de competencias. Por aquel entonces estaba entusiasmado con Tom Waits y Daniel Johnston, y me apetecía trabajar en esa línea. En nuestra separación pesaron otros factores, pero lo importante es que volví a Richmond dejando allí muchos amigos. Como David Lowery. Me apasionaban Camper Van Beethoven y quise conocerlo. Luego, permanecimos en contacto, y durante una gira pasó unos días en casa. Ese y no otro fue el germen de Sparklehorse”.

“Durante mi convalecencia no escribí prácticamente nada. La inmensa mayoría es material reciente que he ido registrando en mi granja. En mi compañía se extrañan de que no haya requerido los servicios de un productor, pero, si lo tengo tan claro, ¿para qué lo quiero?”

Mark Linkous

Acreditado como David Charles, el ahora líder de Cracker coprodujo el debut de una banda que, para la ocasión, contó con las colaboraciones del ex-Silos Bob Rupe y los House Of Freaks Johnny Hott y Brian Harvey. De la alineación de sus primeros directos solo queda Scott Minor (batería, vibráfono y tapes), ahora secundado por Andrew Hall (bajo) y Sophie Michelitsianos (chelo y guitarra). Ellos serán los encargados de completar un inminente segundo álbum que, de ningún modo, estará esposado a la tragedia. “Durante mi convalecencia no escribí prácticamente nada. La inmensa mayoría es material reciente que he ido registrando en mi granja. Tendrá menos guitarra y más teclados, pero no teclados suntuosos sino baratijas: mellotron, casios… Sophie va a arreglar las cuerdas porque quiero que sea mucho más orquestado que el anterior. En mi compañía se extrañan de que no haya requerido los servicios de un productor, pero, si lo tengo tan claro, ¿para qué lo quiero?.

Aun contando como artista en desarrollo, Mark Linkous ya ha empezado a sentir en el cogote el émbolo multinacional. Su versión de “Wish You Were Here” (Pink Floyd), incluida en la compilación que conmemora el centenario de EMI –“Come Again”, 1997–, ha sido acreditada como Sparklehorse Featuring Thom Yorke. Contra su voluntad, naturalmente. “Es uno de mis clásicos favoritos. Quería que Thom la cantara, pero su agenda estaba tan apretada que fuimos posponiendo la sesión. Un A&R se enteró y le hizo grabar en un sistema que no acababa de concordar con el mío. El caso es que decidí utilizar solo un trocito de la voz, y ahora imagino a miles de ‘fans’ de Radiohead invirtiendo en algo que, seguro, les va a decepcionar. Ya es agua pasada. En realidad, dispongo de un contrato muy modesto y la única responsabilidad que tengo que asumir respecto a mi segundo trabajo es entregarlo”. Suficiente para quien ya murió, ¿no? ∎

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