Barney Hoskyns

Mi padre me contó muchas veces su aventura en California. La década de los sesenta estaba a punto de terminar y él era poco más que un adolescente de pelo largo, pantalones cortos y piel bronceada. Con poco dinero, una mochila y muchas ilusiones, se fue a recorrer aquella tierra de la que por aquí solo llegaban historias casi mitológicas. Hizo autostop, fumó hierba con gente que acababa de conocer, durmió bajo las estrellas, recorrió Laurel Canyon y pudo ver a Neil Young, sin haberle escuchado antes, actuando en el mítico club Troubadour. Cumplió con todos los tópicos hippies de paz y amor de la época.

El espíritu de su historia se acerca mucho al que emana de las primeras páginas de “Hotel California. Cantautores y vaqueros cocainómanos en Laurel Canyon 1967-1976” (“Hotel California. Singer-songwriters And Cocaine Cowboys In The LA Canyons 1967-1976”, 2005; Contra, 2021), pero en el relato de Barney Hoskyns (Londres, 1959) la candidez y la ilusión se van convirtiendo en codicia, egocentrismo, adicción y podredumbre moral según aumenta la popularidad y la importancia de sus protagonistas. David Crosby, Joni Mitchell, The Eagles, Neil Young, Jackson Browne y Linda Ronstadt son solo algunos de ellos. Artistas que en menos de una década perderían su brillo y su inocencia. Por aquí también pululan, con una agradecida visión desde la barrera, luminarias como Tom Waits, Frank Zappa, Randy Newman y Warren Zevon, entre otros. Secundarios de lujo para una gran historia que también cuenta con su particular villano: David Geffen.

Hoskyns evita el formato oral y a cambio aporta su conocimiento musical enciclopédico, una excelente labor documental y su buen hacer con las palabras. Además, las casi cuatrocientas páginas del libro se abren con el esclarecedor mapa Hollywood’s Hot 100, publicado en la revista ‘Rolling Stone’ en febrero de 1972 y donde se disecciona el árbol genealógico de aquel movimiento folk-rock, y se cierra con una cuidada selección de canciones ordenadas cronológicamente, que sirven de guía y perfecto complemento a la lectura. ∎