DVD

Bob Dylan

The Other Side Of The Mirror. Live At The Newport Folk Festival 1963-1965Columbia-Sony BMG, 2007
Bob Dylan, siempre en el ojo del huracán. Ya desde sus inicios, con su talante y su talento, destruyó barreras en el mundo del folk al ofrecer un mundo nuevo en su forma de narrar canciones. El festival de Newport fue testigo de sus primeros pasos como cantautor y también vivió uno de los cismas de la música moderna en la década de los sesenta: esa electrificación que tanto indignó a algunos alteró formas musicales y dio pie a una revolución que ya fue imparable. En este DVD está todo eso, que no es poco. Ramon Llubià lo comentó para Rockdelux, donde fue escogido mejor DVD del año 2007 (ex aequo con otra pieza de resistencia de Dylan: “Dont Look Back” en su edición deluxe).

El período en que está rodada esta película es para muchos norteamericanos una época de leyenda. Lo es por los sucesos históricos que les tocó vivir y porque surgieron personajes como Bob Dylan, una leyenda por sí mismo. Por eso acercarse a un momento tan primigenio de su carrera ha de dar la sensación de que se abraza un pedazo de historia de los irrepetibles.

El pulcro y a veces vaporoso blanco y negro de la cinta arranca con un niñato que ya arrastra masas cuando se presenta en el festival de Newport en 1963, repartiendo su horario por los quioscos de día y el escenario principal de noche. Ahí ya canta “With God On Our Side” junto a Joan Baez y cierra con un litúrgico “Blowin’ In The Wind”. En 1964 se le ve más suelto, con indumentaria moderna y gesto maduro, estrenando “Mr. Tambourine Man”. Hay situaciones de camaradería impagable, como la de Johnny Cash en su propio set rindiéndole admiración. Por supuesto, sigue ahí Baez, quien no para de entrar y salir, e incluso le hace una cariñosa imitación. Al fin y al cabo, si estaba allí era porque Dylan quería.

Llegados a 1965, asistimos al momento que sacudió los cimientos de la música popular tal y como la conocían en el período prerrevolucionario. De noche, aquel Dylan aparece en el escenario acompañado. Entre los elementos que lo rodean, hay, por si fuera poco, varios instrumentos eléctricos. Uno de ellos, su guitarra. Hoy sigue impactando el contraste del griterío ensordecedor del público pidiendo más al final de la actuación de 1964 y tras el pase diurno de 1965, con el abucheo que se produce de noche entre el blues demente de “Maggie’s Farm” y la épica de “Like A Rolling Stone”. El sonido de ambiente no es el idóneo, pero queda patente que el director, Murray Lerner, ha buscado resaltarlo con un plano general del recinto. Musicalmente, es el momento más intenso del documental (con subtítulos en castellano), después de una hora larga de folk campestre y de buen rollo donde el carácter indomable de Dylan casi queda diluido. En 1965, el pequeño Bobby ya había decidido ser otra cosa. Pero esa es una historia que ha dado y dará para muchas otras películas. ∎

Con Joan Baez, cantando fragmentos de “It Ain’t Me Babe”, en el Newport Folk Festival de 1964.
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