Candela Sierra

Candela Sierra (Ronda, 1990) ha transmutado en grafismo la modernidad líquida de Bauman y el vacío de Lipovetsky con una gracia y ligereza admirables. Después de su “Rotunda” (Andana Gràfica, 2023), obra prima en la que retrataba las miserias humanas de la precariedad laboral neoliberal, en su nueva novela gráfica hilvana breves historias cotidianas protagonizadas por el cuestionado homo clausus, esa posible versión de nosotros mismos en la que queda clausurada la humanidad.

​Los personajes de estos relatos consumen productos “de moda”, van de tiendas, de viaje, al psicólogo o al psiquiatra, se contemplan, se realizan y viven entregados al hedonismo y el trasiego relacional, amoroso y de amistad, al individualismo puro, a la indiferencia y la ausencia de valores. Sin más brújula que sus deseos cambiantes ni más horizonte que su ombligo, esta humanidad que parece vivir disociada de su destino final no puede deshacerse del gregarismo. Al otro no se le escucha ni se le piensa, pero, si Narciso se hundía en el abismo acuático de su reflejo, estos narcisos, tan iguales en su especialidad, necesitan las miradas del otro, una mirada que evidencie su excepcionalidad. Un muerto asiste a su funeral y reflexiona:“Con lo que no contaba es que, como yo, mis amigos son una panda de narcisistas asquerosos que han utilizado mi entierro para seguir hablando de sí mismos”.

Aunque esta ansiada mirada da pie con demasiada frecuencia a una interpretación deformada de lo vivido. De ahí que algunos de sus personajes conozcan con certeza lo que quiere la otra persona, aunque sea lo contrario a lo que manifieste. Quieres pizza aunque digas que te apetece ensalada, quieres ir a un bar aunque digas que quieres pasear, has ganado el debate porque te has quedado solo exponiendo tus argumentos. “Te inventas nuestra vida, equivocas el sentido de lo que digo”, replica una de las implicadas en una discusión sentimental.

Este cóctel viene servido con un dibujo de línea minimalista pero expresiva cuando toca, con múltiples matices, salpicado de gags y metáforas visuales ingeniosas para las que recurre a veces a atractivos diseños de página y chistes metalingüísticos​. A ello se añade un color personal que se ha comparado con el del belga Brecht​ Evens (solo es un referente: Candela Sierra sigue ya su propio camino) y una voz propia que sería deseable escuchar mucho. Actualmente está preparando un libro para la editorial francesa Virages Graphiques. ∎