Cronista de guerra. Foto cortesía de Fundación Telefónica © OjiplaticO Imagen Corporativa
Cronista de guerra. Foto cortesía de Fundación Telefónica © OjiplaticO Imagen Corporativa

Entrevista

Joe Sacco, la democracia bajo la lupa

El maltés afincado en Portland regresa con “El disturbio eterno”, un reportaje gráfico sobre los conflictos étnicos de Muzaffarnagar que cuestiona los pilares de la democracia. Hablamos con el maestro del periodismo en cómic sobre violencia política, narrativas en conflicto y el agotamiento de documentar el sufrimiento humano.

El estadounidense Joe Sacco (Malta, 1960) es, sin exageraciones, uno de los artistas más importantes del cómic contemporáneo. Pionero del periodismo gráfico, ha redefinido el medio como herramienta de denuncia y análisis de la realidad, combinando el rigor periodístico con la potencia narrativa del cómic. Desde “Palestina” (1993-1995; Planeta DeAgostini, 2002), fruto de dos meses en Gaza y Cisjordania que le valió el American Book Award, hasta “Gorazde. Zona protegida” (2000; Planeta DeAgostini, 2001) sobre la guerra civil en Bosnia, pasando por “Notas al pie de Gaza” (2009; Reservoir Books, 2010), “La Gran Guerra” (2013; Reservoir Books, 2014) o “Un tributo a la tierra” (2020; Reservoir Books, 2020), sobre la explotación de recursos naturales en el noroeste de Canadá, Sacco ha construido una obra que debería ser de estudio obligado en universidades de periodismo de todo el mundo. Su trabajo parte de una premisa simple pero poderosa: ir allí donde los conflictos ocurren, hablar con la gente, escuchar todas las versiones, contrastar los hechos, y luego contarlo todo con lápiz y tinta.

Ahora regresa con “El disturbio eterno” (2025; Reservoir Books, 2025), un reportaje gráfico sobre los disturbios de Muzaffarnagar, una serie de episodios de violencia comunal entre hindúes y musulmanes que tuvieron lugar en el estado de Uttar Pradesh, India, en 2013. Varios muertos, decenas de miles de desplazados y, sobre todo, un complejo entramado de narrativas contradictorias, manipulación política y violencia electoral que Sacco desteje con paciencia detectivesca. El libro plantea preguntas incómodas: ¿puede el salvajismo convivir con una democracia? ¿Son las turbas o los líderes quienes deciden el curso de los acontecimientos? ¿Cómo pueden coexistir relatos tan distintos sobre lo mismo? Y quizá la más inquietante: ¿somos las democracias occidentales tan diferentes?

Notario en viñetas. Foto cortesía de Fundación Telefónica © OjiplaticO Imagen Corporativa
Notario en viñetas. Foto cortesía de Fundación Telefónica © OjiplaticO Imagen Corporativa

Este nuevo trabajo pareces volver a los conflictos olvidados alrededor del mundo. ¿Por qué elegiste este conflicto particular en India?

Un colega mío de India me escribió y me dijo que podría interesarme lo que pasó en Muzaffarnagar, en los distritos de Uttar Pradesh. Yo quería volver a India para hacer otra historia, así que pensamos que sería interesante averiguar cuáles son las narrativas que la gente cuenta ahora de lo que pasó, qué han construido para explicar su comportamiento. Lo que descubrí es cómo se usa la violencia en la política electoral.

En otros conflictos encuentras una situación clara de agresores y agredidos. Pero, en este caso, parece que no hay una jerarquía clara de poder.

Creo que los nacionalistas hindúes son la jerarquía. En Uttar Pradesh hay una minoría musulmana. En algunos lugares son autosuficientes, económicamente independientes. Pero esa es una minoría dentro de la minoría. La mayoría de musulmanes son trabajadores pobres. Los hindúes, los hindújats, sentían que no estaban siendo atendidos, porque el partido en el poder buscaba mantener el bloque de votos musulmanes. No era un partido musulmán, pero buscaba los votos de los musulmanes.

“Es interesante averiguar cuáles son las narrativas que la gente cuenta ahora de lo que pasó, qué han construido para explicar su comportamiento. Lo que descubrí es cómo se usa la violencia en la política electoral”

Algo que me pareció sorprendente es que estamos acostumbrados a la posverdad, a la manipulación política a través de noticias falsas online. Y en este conflicto donde la violencia es física, con espadas, palos y piedras. Y la búsqueda de la verdad es un modo casi arcaico: testigos directos, palabras de boca en boca. Es una gran diferencia del ambiente que tenemos hoy.

No estoy seguro de que sea tan diferente. Es gracioso cómo hablamos de las noticias falsas como si fueran un fenómeno nuevo. Suena casi como si un comediante hubiera inventado este término. Históricamente, las mentiras y la manipulación son lo que a menudo rigen los hechos. Un periodista español me mencionó recientemente la explosión del Maine en La Habana. Ese barco probablemente voló debido a un problema del motor interno, pero los americanos crearon una historia para culpar a los españoles. Hubo una guerra y España perdió sus posesiones en el Pacífico. O piensa en las armas de destrucción masiva de Irak. Puedes decir que son noticias falsas, pero en realidad es una construcción histórica falsa.

¿Hubo algún momento en el que pensaste que no podrías llegar a saber lo que realmente sucedió?

Sí. El foco principal era una aldea donde me dijeron que habían sido asesinadas trece personas. Oficialmente figuraban como desaparecidas. Cuando fui a la aldea y pregunté qué había pasado con los musulmanes que solían trabajar aquí, me dijeron que habían huido. La única manera de demostrar que eso era mentira era encontrar musulmanes que hubiesen estado allí. Y eso me llevó días.

Tinta y compromiso sobre el terreno.
Tinta y compromiso sobre el terreno.

Cuando haces reportajes de esta manera, también estás dibujando. Asumo que es delicado retratar a personas de India, a musulmanes, hindúes. ¿Cómo mantienes un equilibrio que no sea estereotípico?

Para mí, lo importante es mostrar exactamente lo que me dicen. No intento hacerlos parecer buenos. Por supuesto, debes tener cuidado con cómo dibujas a la gente. Quiero ser respetuoso con todos ellos. He conocido gente buena, gente preocupada por lo que ha pasado, gente que se ha convencido de algo. Y he visto a un ser humano en cada uno de ellos. Hay sombras de todas esas personas, igual que hay en todos nosotros.

Después de tantos años haciendo esto, ¿cómo sobrellevas estar en lugares donde tanto sufrimiento humano está sucediendo o ha sucedido?

Estoy cansado de esto. Quiero dejar de hacerlo. Estuvo bien durante algunos años. Pero con el tiempo... No es tanto hacer el reportaje. Es más fácil hacer el reportaje y enfrentarte cara a cara con las cosas. Pero cuando tienes que dibujarlo, no lo miras de manera profesional. Tienes que ponerlo en la página de una manera que el lector responda. Es una construcción mucho más emocional. Con el tiempo, me he dado cuenta de que no quiero seguir haciéndolo.

“He conocido gente buena, gente preocupada por lo que ha pasado, gente que se ha convencido de algo. Y he visto a un ser humano en cada uno de ellos. Hay sombras de todas esas personas, igual que hay en todos nosotros”

Es una historia muy localizada, pero mi impresión es que en realidad habla de cómo la violencia política puede dañar cualquier democracia ¿Eso fue algo a propósito?

Tienes razón, es una cosa muy localizada. Y podría decir “eso sucedió hace años, ¿por qué me importa?”. Pero siempre acabo encontrando cosas muy universales. Las personas no siempre se comportan igual, pero hay paralelos. Mientras dibujaba me di cuenta de que un libro como este no solo trata de violencia y elecciones en India. En Estados Unidos nos estamos acostumbrando a esa idea de la violencia. El gobierno de Trump está usando la violencia de una manera a la que no estamos acostumbrados si eres una persona blanca. Pero ahora parece que estamos siendo atrapados por ella. Y creo que el gobierno de Trump quiere que esa violencia se vea. Quieren que nos asustemos. La violencia tiene que ser un espectáculo. Por eso tenemos a esta organización paramilitar armada hasta los dientes en uniformes militares en las calles golpeando a gente. Es intencional. No es sacar a alguien en medio de la noche discretamente. Es un despliegue de fuerza para intimidar.

Mi última pregunta es sobre el equilibrio entre periodismo y ser historietista. Como periodista que ha cubierto cómics durante años, encuentro tu caso excepcional. ¿Cómo encuentras ese equilibrio?

Yo estudié periodismo, pero no pude encontrar trabajo después de salir de la universidad. Y volví a lo que he estado haciendo desde niño: dibujar. Pasé un período haciendo portadas de discos, diseños de camisetas y pósteres para bandas. Pero empecé a hacer cómics también. Estaba muy interesado en Oriente Medio y me fui allí. Y mi formación periodística empezó a funcionar. Sucedió muy orgánicamente. No fue algo consciente. Cuando la gente me pregunta, tengo que dar explicaciones, pero realmente la teoría vino después. Alex Serrano

Masa manipulada, masa enfurecida

“El disturbio eterno”
(Reservoir Books, 2025)

Leyendo esta crónica gráfica de Joe Sacco me viene a la cabeza la distinción que el jurista y pensador granadino Antonio García-Trevijano hacía entre multitud y muchedumbre. Como hombre culto que era, no se lo sacaba de la manga: tiraba de Polibio, historiador griego de la Antigüedad. Si la multitud estaba formada por individuos donde cabía la pluralidad de opinión, la muchedumbre, por contra, degeneraba en masa irracional cuyo poder de vandalismo (o cosas peores) carecía de límites. ¿Sirve esta distinción en un conflicto sectario, dentro de un coloso como la India? Seguramente no, dado el origen religioso del problema, en este caso entre hindúes y musulmanes indios. Y Sacco, gracias a su investigación periodística, apunta a que la desigualdad social y la pobreza y la exclusión estarían detrás de todo. Pobreza y violencia son hermanas. Desde la misma portada, el maltés expone a esa masa mangoneada por políticos sin escrúpulos, dentro de una democracia que data de 1950 y gobierna 1450 millones de almas.

Sacco sigue el método riguroso de trabajo que lo ha convertido en un grande. Este cómic no está dedicado a los periodistas rurales indios porque sí. El autor se apoya en ellos para comprender los disturbios entre comunidades que antaño convivieron en paz. Se entrevista con supervivientes del conflicto de ambos bandos, y actores fundamentales: religiosos, académicos, líderes locales. Salir airoso a la hora de plasmar tal cantidad de información y testimonios a nivel gráfico sería difícil si no se tratara del autor de “Notas al pie de Gaza”. La manera en que hace inteligible un relato tan complejo roza la genialidad. No hay más que ver cómo incrusta las viñetas en las ilustraciones, replica hasta los detalles más nimios de cada escena, y se empeña en dibujar cada rostro. Quizá porque humanizar a esa muchedumbre sea el primer paso para entender, valorar, y sacar conclusiones, si es preciso. Sacco lo deja a tu juicio, como debe ser. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados