Cuatro temporadas y cuarenta episodios después, “Servant” (2019-2023) ha culminado su recorrido en Apple TV+. La serie creada por Tony Basgallop ha sido un título clave en la primera etapa de la plataforma que, luciendo la dirección estelar y la producción meticulosa de M. Night Shyamalan, puede hacerte creer cualquier cosa: que un bebé vuelva a la vida a través de una reborn doll, que Rupert Grint era el más molón del trío de “Harry Potter” o que la mejor destilación de suspense de los últimos años se encuentra dentro de píldoras semanales de media hora.
Una vez clausurada, el culto de “Servant” aumentará a medida que sea descubierta. Para no levantar falso testimonio, dejemos claros los diez mandamientos que debes tener en cuenta para unirte a su credo.
La segunda temporada incluye una delirante subtrama en la que, con el objetivo de espiar lo que ocurre dentro de una casa ajena, los Turner montan un negocio de pizzas deluxe a domicilio para poder acceder al interior. Es en soluciones argumentales como esta, los ridículos reportajes de Dorothy para el informativo local, la carrera de Sean en realities de cocina demenciales o el ditirámbico detalle con que enumera los exóticos ingredientes de sus platos ultraelaborados, donde el compromiso de “Servant” con el humor queda patente. La serie nunca ha pretendido tomarse en serio a sí misma ni quería que tú lo hicieras más que sus personajes.