Serie

Lupin

George Kay(T1, Netflix)
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Todas las películas y series que han versionado los folletines serializados de misterio franceses han incidido en la máxima implantada en las obras maestras de Louis Feuillade en la década de 1910: integrar lo fantástico en lo cotidiano con enorme sencillez. “Lupin” (2021), actualización del personaje de Arsène Lupin a los tiempos modernos en la línea de la serie británica “Sherlock” (2010-2017), también lo hace, aunque su pátina fantastique sea menor.

Lupin, ideado por Maurice Leblanc en 1905, es el gran personaje del serial galo junto a Fantômas, Judex, Belphégor, Irma Vep, Rocambole y “Les compagnons du Baal”. Ha sido adaptado en muchas ocasiones, tanto en Francia como en Estados Unidos y Japón, destacando la sofisticada e irónica mirada al ladrón de guante blanco y chistera que realizó Jacques Becker en 1957, “Las aventuras de Arsène Lupin”.

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George Kay, creador, guionista y responsable de los arcos dramáticos, y Louis Leterrier, director de tres de los cinco episodios que conforman la primera parte de “Lupin”, se sumergen en los trabajos de Leblanc con pasmosa fidelidad a pesar de que la acción acontezca en dos tiempos, la actualidad y 1995, y el nuevo Lupin –de nombre real Assane Diop y encarnado por Omar Sy– sea de origen senegalés. El resultado es puro y bien hilvanado entretenimiento, emotivo para quien conozca el personaje original e ideal para despertar el interés en los neófitos.

“El mayor talento de Lupin es ir siempre un paso por delante”, escribió Leblanc, y Kay y Leterrier lo refrendan en cada secuencia. Hay detalles de guion ingeniosos, como el robo del collar en el Louvre, la forma de entrar y salir de una cárcel o el mensaje cifrado en un libro. No faltan los nombres imaginarios en forma de anagrama, la capacidad para el disfraz y cambio de identidad, la teatralidad, el placer del engaño, algo de arrogancia y vanidad, una escena por los tejados de París –imagen icónica del serial–, y la tragedia y venganza características del folletín decimonónico, todo bien incrustado en la cultura audiovisual del siglo XXI. ∎

El magnetismo atemporal del caballero Lupin.
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