Libro

Paolo Armelli

El arte de ser Raffaella CarràBlackie Books, 2022

Mientras que hay personajes de profundidad impostada bajo la cual nada hay apenas, Raffaella Carrà (1943-2021) representa lo contrario: es la liviana entertainer levantada sobre capas de compromiso, ánimo liberador, talento con ángel. Así la ve Paolo Armelli, autor de esta intensa e interpretativa biografía –“El arte de ser Raffaella Carrà” (“L’arte di essere Raffaella Carrà”, 2022)–, nacido en 1988 y que, por tanto, no pudo ser testigo de sus años de despegue y mayor esplendor, lo cual da la primera pista sobre el largo alcance seductor de la Carrà.

Adquiere formas de lección de vida esta peripecia de la showgirl que entrevistó a Kissinger y a Teresa de Calcuta, la alumna de danza e interpretación que dijo no a Hollywood (y a Frank Sinatra), la mujer “valiente y autónoma” que impuso sus leyes, conquistó y mandó en la era previa a la gran ola feminista. Armelli rinde un minucioso tributo a su personalidad determinada, a su sentido de la oportunidad y a los efectos benéficos de su personaje público, en íntima alianza con los códigos televisivos: la aparición bautismal en la RAI en 1969 cantando “Il mio castello”, todavía con el pelo oscuro, enfundada en un brillante mono negro, danzando con desparpajo y propinando sus míticos latigazos cervicales.

Desfilan por las páginas los detalles sobre su cambio de imagen definitivo (la media melena rubia con flequillo que seguía en su sitio pese a cualquier movimiento brusco), la “guerra de los tacones” con Mina, divertida, aunque sin mayores consecuencias, y el atrevimiento de ser la primera italiana en actuar con el ombligo al aire (como en la playa, justificó con inocencia). Y el choque con el Vaticano a raíz del audaz “Tuca, tuca”, con su coreografía basada en el tocamiento.

Episodios que corrieron a juego con esas canciones que, más allá de las capas de lentejuelas, encapsulaban mensajes transformadores. “En el amor todo es empezar”, donde el sujeto femenino tiene iniciativa en el juego erótico. “Hay que venir al sur”, himno al amor en el que “lo importante es que lo hagas con quien quieras tú” (y más todavía: si te deja, “búscate otro más bueno, vuélvete a enamorar”). “Rumores”, que desliza que se pueda pasar página sin nostalgia ni complejo de culpa.

Aunque pensado y escrito desde Italia, lo cual es interesante porque lee claves del relato con cercanía, el libro alude con detalle a la proyección internacional del personaje. Con especial atención a España, donde, aún con el franquismo vivo, tal como hace notar en el prólogo Raquel Peláez, la Carrà entró en escena “como el Rainbow Warrior”, belicosa y refrescante. Esa parcela completa un retrato global de lectura vivaz, en el que Armelli no se ahorra mencionar fallos y contradicciones de la artista, sus desencuentros con la RAI (y las infidelidades con el Canale 5) y la opacidad con que resolvió asuntos privados y conflictos interiores. Así lo quiso ella hasta el último aliento, negándose a hacer público el cáncer de pulmón que la condujo a su estación final el 5 de julio de 2021 y propiciando que la recordáramos para siempre como la viva imagen de la alegría de vivir. ∎

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