Kansas, 1968. Un joven Richard Corben (1940-2020) compagina su trabajo en una productora audiovisual especializada en filmes educativos con sus propios proyectos personales, tanto de cómic como de animación. Ese mismo año escribe, dirige y anima “Neverwhere”, un cortometraje protagonizado por un bárbaro hipermusculado, calvo y que se pasea en pelota picada por un mundo de fantasía poblado de monstruos y señoras igualmente desnudas. Años más tarde, Corben recuperará al personaje, esta vez en un tebeo que será, a la postre, la creación que le procurará fama y reconocimiento internacional: “Den”.
“Den” es una proyección de la fantasía masculina de un artista único, un prodigio de la naturaleza cuya influencia resuena en dibujantes de cómic de todo pelaje, de Vicente Segrelles a Kevin Eastman pasando por Simon Bisley. Corben recoge la tradición pulp norteamericana y pasa por la batidora a Lovecraft, Rice Burroughs y R. E. Howard para construir al bárbaro definitivo, un superhombre (¿superego?) carne de psicoanálisis que conectará con el imaginario de miles de lectores desde su primera aparición. “Den” debutó en los cómics en 1973, en el segundo volumen de la antología “Grim Wit” publicada por Last Gap. Sin embargo, el trabajo de Corben fue más reconocido en Europa, donde encontró acomodo en la revista ‘Metal Hurlant’ comandada por el francés Moebius. Desde 1977, Corben continuó la saga, que se prolongó durante las dos décadas siguientes y se publicó en todo el mundo. En España, fue uno de los buques insignia de la legendaria cabecera ‘1984’, editada por Josep Toutain.
En “Nuncanada”, el primer volumen de sus aventuras (recopilado por primera vez en 1978), Den aterriza en el reino homónimo, descubre que en realidad es un avatar de un terrestre más bien anémico, se enfrenta a un par de nigromantes, se carga a un dios primigenio compadre de Cthulhu y se enrolla con Kath, su chica (todo ello, recordemos, yendo por ahí como Dios le trajo al mundo). Este argumento de aventuras más bien genérico se convierte, en manos de Corben, en un extraño artefacto fuera del tiempo, un tebeo venido del siglo XXII. La singular técnica de coloreado de Corben (un trabajo manual de verdadera artesanía con los fotolitos cuyo resultado es inimitable), su desbordante imaginación visual y su singular sentido del humor (capaz de hacer un chiste de tetas en el momento más peliagudo posible) convierten a este “Nuncanada” en un festín para los amantes de la fantasía y para cualquier lector sensible y desprejuiciado en general.
La nueva edición de “Nuncanada” es fruto de la cuidadísima labor de restauración del material original a cargo de José Villarrubia, madrileño afincado en Estados Unidos bien conocido internacionalmente por su trabajo como colorista, que además se encarga de contextualizar la obra y su trabajo restaurador en un excelente prólogo. Una verdadera lección de cómo recuperar a los clásicos del cómic –la editorial barcelonesa ECC está reeditando otros trabajos de Corben– que esperemos se prolongue hasta finalizar la saga completa de “Den”. ∎