Cómics

Taiyô Matsumoto

Tokio día a día 1 / Tokio día a día 2ECC, 2024

Taiyô Matsumoto (Tokio, 1967) es uno de esos autores cuya impronta sobresale siempre por encima de la temática y el ambiente de su obra. Ya sea adentrándose en el género de acción y fantasía urbana (“Tekkon kinkreet”, 1993-1994; ECC, 2017), haciendo mangas sobre pimpón (“Ping pong”, 1996-1997; ECC, 2016), rememorando pasajes de su infancia en un orfanato (“Sunny”, 2010-2015; ECC, 2015-2017) o siguiendo a una familia de gatos por el museo del Louvre (“Los gatos del Louvre”, 2016-2017; ECC, 2020), el autor japonés resulta reconocible más allá de lo evidente. Y no se trata tanto de que en su estilo gráfico sobresalga una rugosidad muy característica, influido por autores europeos como Miguelanxo Prado y Moebius, o que gracias a una peculiar utilización del color sus portadas se diferencian con facilidad.

Más allá de estas consideraciones, hay una cierta bruma melancólica que flota sobre sus personajes, ya sea golpeando una pala de pimpón, recorriendo los pasillos de un instituto o intentando librar una ciudad de fantasía del yugo de los yakuzas. Y es, invariablemente, esa melancolía la que puebla las páginas de “Tokio día a día” (2019-2023; ECC, 2023-2024), quizá la obra más crepuscular del dibujante. En tres volúmenes, solo falta el tercero por publicarse, Matsumoto sigue los pasos de un editor de manga que se jubila tras treinta años de entrega total a su profesión. El autor aprovecha esta premisa para dibujar un mapa vivo del sector a partir de arquetipos reconocibles por su universalidad a los que sabe insuflar una humanidad desarmante. Así, al quijotesco protagonista lo acompañan una joven y entusiasta editora, un dibujante tan talentoso como problemático o un veterano que se cruza con la que quizás sea su última gran oportunidad. Con este elenco, Matsumoto se las apaña para llevar al lector entre bambalinas de la industria editorial del cómic japonés y su voraz apetito de vidas y talento. También para mostrar la soledad de individuos que pueblan enormes editoriales o dibujan en revistas con miles de lectores que residen en una de las ciudades del planeta. Incluso cuando se plantean el más mínimo acto de rebeldía, los personajes de “Tokio día a día” distan de sentirse liberados.

https://assets.primaverasound.com/psweb/y9v5qk5htlykwia0lar2_1715933999716.jpg

Hay, en toda esta danza de vidas cruzadas, una belleza cimentada no tanto en los grandes momentos como en las pequeñas victorias. Matsumoto rara vez se permite un adorno que vaya más encaminado a alimentar su ego que a mantener en marcha todo lo que lleva entre manos en sus obras, y ello redunda en que cada momento destaque de manera orgánica. En “Tokio día a día” no hay épica, dramas ni grandes giros dramáticos, ni falta que hace. Sí hay una disección serena de la cotidianidad de una industria cultural de alcance global a partir de una muestra minúscula, extraída entre un mar de autores, editores y publicaciones pero también de anhelos, ambición, frustraciones y cabos sueltos.

Leer a Taiyô Matsumoto es colarse en la mente de un autor que, aun trabajando dentro de parámetros temáticos reconocibles y utilizando una narrativa convencional, pone sus condiciones. Las facilidades que da el mangaka al lector cuando prescinde del socorrido uso de la abstracción o lo simbólico para aportar capas a su discurso cobran aún más valor cuando, dentro de esa literalidad, Matsumoto consigue encajar tantas otras cosas. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados