Álbum

Alan Sparhawk With Trampled By Turtles

Alan Sparhawk With Trampled By TurtlesSub Pop-Popstock!, 2025

Cuando Alan Sparhawk decidió tratar de distraerse del duelo y empezar algo parecido a una nueva vida creativa, difícil de imaginar, sin Mimi Parker, hizo lo más inteligente: rodearse de amigos. En lugar de resurgir prematuramente en solitario, acompañó sobre el escenario a sus viejos colegas de Trampled By Turtles, grupo bluegrass también de Duluth que había formado parte de algunas primeras giras de Low.

En diciembre de 2024, aquellos conciertos se habían convertido en sesiones. Sparhawk tenía algunos temas a medias, entre ellos composiciones inicialmente pensadas para Low, que Tramped By Turtles no tuvieron inconveniente, más bien al contrario, en finalizar. Tan agradecido se muestra su autor que cofirma con ellos su segundo álbum en menos de un año, “Alan Sparhawk With Trampled By Turtles”, especie de contrapartida acústica y cálida al electrónico y alienante “White Roses, My God” (2024), el que fue su primer disco a su nombre en una década.

Es un alivio volver a escuchar la voz de Sparhawk en un estado más natural, sin los filtros robóticos que lucía en el anterior álbum, un salto al vacío más admirable que disfrutable, al menos para este cronista. Indietrónica tardía, beats trap y guiños hyperpop ceden el paso, como es de imaginar, a un sonido más roots. La inicial “Stranger” deja claro que estamos ante un disco diametralmente opuesto al anterior en atmósfera y ánimo, resultado claro de un trabajo en comunidad. Se echa de menos a Parker en las armonías vocales, pero su nueva backing band intenta suplir su ausencia con esmero.

Todo suena natural en la colaboración, sobre todo quizá a la altura de “Too High”, que Sparhawk siempre había imaginado tocada por los Trampled, según explicó en ‘Magnet’. Es uno de los tres rescates de repertorio de Low, junto con “Princess Road Surgery” y “Not Broken”, esta última con la participación vocal de Hollis Mae Sparhawk, quien sabe rendir homenaje a los tonos de su madre sin dejar de tener personalidad propia; habrá que estar atentos a su grupo, Willem Dafoe Fan Club, quienes caen simpáticos de entrada por su linaje y, claro, ese nombre. Otros dos temas son revisiones de “White Roses, My God”: “Get Still”, ahora con un estribillo coral embriagador, y “Heaven”, que suena en versión (no muy) extendida con protagonismo de la mandolina.

En lo que más se parece “Alan Sparhawk With Trampled By Turtles” al anterior álbum es, evidentemente, en las letras, un componente lírico marcado por la pérdida. “Not Broken” suena a canción sobre mantenerse firme frente al desaliento: “No está roto / No estoy enfadado”. Una de las que golpean más fuerte es “Screaming Song”: “Cuando volaste por la ventana y hacia el atardecer / Pensé que nunca dejaría de gritar / Pensé que nunca dejaría de gritar tu nombre”. La parte de violín de Ryan Young es una maravilla catártica, chirriante pero bellísima. Ciertas pistas dejan intuir que ha pasado la parte de ira y empieza la negociación. ∎

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