EP

Alondra Galopa

Alondra GalopaLinier, 2023

Con un sonido post-punk de descendencia noventera regresan Alondra Galopa en este 2023 después de prácticamente cinco años de mutis. Creo que se puede hablar sin remilgos de una tradición shoegaze granadina, con Los Planetas como principales estrellas errantes y a la cual pertenece con matices el sensible dúo andaluz. Su primer EP, de excelente portada por cierto, que no su primer disco ya que han editado tres álbumes desde 2015, supone la reafirmación de un sonido rotundo hacia el cual han venido evolucionando poco a poco y que no tiene que darse por periclitado a la ligera. La clave del fenómeno debe encontrarse siempre en las canciones. Seis –más una– en esta feliz ocasión. Hablamos de las melodías, ese bien superior al que debe de tender todo pop-rock que se precie y que Alondra Galopa siempre dedican grandes cuidados.

“Esperando respuesta” inaugura el disco con reminiscencias de Television y trémolos psych-rock ideales para dar el pistoletazo de salida al directo de la banda. El volumen vocal de Mónica Navarro se mantiene bajo a lo largo del EP como inequívoca seña de identidad del género, mas no la buena modulación de la granadina. “Dices que te vas”, su segundo corte, da paso fugaz a “Despiértame”, esta vez cantado por Juan A. Salinas –la otra ala de Alondra Galopa, quien se ocupa además de la producción–, con coros de ella, latigazos de electricidad sinusoidal y unas letras que mantienen el tono intenso del discurso. Todo se arregla con la telepática “Está en mi cabeza” –son pensamientos, no un sombrero– y “La llamada”, ambas con un sonido más abierto y luminoso. La segunda suena a los australianos The Church por los cuatro costados, con una melodía de bajo y cadencias vocales que también remiten al pop existencial con un hilo de esperanza –quizá el viejo cable telefónico– de Trembling Blue Stars.

“Quiero creer”, penúltimo paso del EP, vuelve a las andadas con letras apenas perceptibles denotando cierta desesperación enfatizada por los abrasivos rasgueos de Salinas y la batería de Álvaro de Blas. La crujiente guitarra acústica en la instrumental “(…)” aporta esa diversificación estilística que apuntábamos al principio en apenas un minuto de delicado suspense –en ocasiones, Alondra Galopa han sonado un poco a Felt, ardientes autores de otro tipo miniaturas–. Esta última pieza quizá podría avanzar el contenido de un siguiente EP que ya se se prevé próximo. Ambos se reunirán en un álbum de vinilo cuyo título todavía no ha sido anunciado. ∎

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