Y estalla la sorpresa: la niña enfadada y ocasionalmente histérica se transforma en una sensual vampiresa a lo Marilyn Monroe, alternando la placidez de una especie de nana
kurtwelliana con la rotundidad de una
big band en
“It’s Oh So Quiet”, una versión de Betty Hutton. Luego, adorna el ruido más bello, cortesía de Tricky, en
“Enjoy”, un
loop reiterativo acongojante con trompeta final que parece escrito por y para un
psychokiller. La sinfónica
“You’ve Been Flirting Again” enfrenta a la exvocalista de Sugarcubes con una sección de cuerdas,
“Isobel” la sitúa en escenarios épicos casando electrónica con orquestas, y
“Possibly Maybe” se recrea en una enfermiza relación de amor-odio contada en forma de balada. Lo más abiertamente bailable aparece en
“I Miss You” , una orgía de percusiones latinas y metales (los de Gary Barnacle) para un carnaval de fin de siglo, y el tono apocalíptico –esta vez, en la época medieval– sigue en
“Cover Me” . “Post” cierra con otra mutación de Tricky ,
“Headphones”, un juego desnudo de palabras y sonidos que sitúa a Björk muy por encima del mefistofélico creador de Bristol.
Aunque en el futuro Björk vuelva a contar, como en este disco, con Nellee Hooper, Tricky, Graham Massey y el recuperado Eumir Deodato, la pregunta más inquietante es: ¿qué nos deparará después de este “Post”? ∎