Álbum

Black Country, New Road

Live At Bush HallNinja Tune-[PIAS] Ibero América, 2023

Después de la teatralidad de “Ants From Up There” (2022), no era difícil imaginar que acabaríamos escuchando un álbum en directo de Black Country, New Road: las tablas parecían ser su lugar feliz. Pero este grupo no hace cosas fáciles de prever y “Live At Bush Hall” no es un live cualquiera. Documento sonoro de una película de igual nombre lanzada en YouTube el 20 de febrero, se compone por entero de nuevas canciones, como discos en directo también insólitos de Neil Young (“Time Fades Away”, de 1973), John Cale (“Sabotage/Live”, de 1979) o Joe Jackson (“Big World”, de 1986).

Se diría que para BC, NR era importante capturar unos sentimientos cuanto antes en lugar de domesticarlos, vestirlos y darles brillo en el estudio. El primero de ellos, el sentimiento de pérdida por la marcha de su frontman Isaac Wood, que dejó el grupo para cuidar su salud mental solo unos días antes de publicarse “Ants From Up There”.

“Mira lo que hicimos juntos / BC, NR, amigos para siempre”, corean en la canción de apertura y despedida (“Up Song”) de este filme/disco construido a partir de tres actuaciones en el Bush Hall de Londres en diciembre de 2022. Cantan en tiempo pasado, lo que invita a pensar en este experimento como una despedida, sobre todo teniendo en cuenta las atenciones que ha despertado Jockstrap, el otro proyecto de la violinista Georgia Ellery, quien ni siquiera protagoniza canción alguna en esta colección.

La voz más escuchada es la de la bajista Tyler Hyde, estoica a la par que emotiva en un par de sobrecogedoras baladas de ruptura. “I Won’t Always Love You” (“No te amaré siempre”) suena a amenaza desde el título, pero en realidad es un intento de autocontrol: la narradora se asegura a sí misma que el dolor y el desamor se acabarán y, con ellos, las noches de insomnio. Musicalmente es una balada de cabaret transmutada en post-rock a partir de un segundo minuto con trote muy Radiohead. Poca broma con la posterior “Laughing Song”, admisión de culpa con un par de versos finales demoledores: “¿Qué te dice eso? / ¿Haber aceptado que nadie más me hará reír así… nunca más?”.

Cuando es la teclista May Kershaw la que se pone al frente, asoma una cara más extravagante y el pesar más auténtico, sin irse del todo, rima con la fantasía. “Turbines/Pigs” son casi diez minutos de hipnótica odisea de una bruja que acaba convertida, como los padres de Chihiro, en cerdo. Pero todavía mejor es “The Boy”, fábula en tres capítulos con petirrojo al frente que delata la pasión de Kershaw por Joanna Newsom. Lewis Evans demuestra aquí su dominio de la flauta y en otras canciones, sobre todo en “Across The Pond Friend”, un carisma vocal casi inesperado que hace pensar en Neil Hannon.

¿Nuevo comienzo o final del camino? ¿Renacerán con otro nombre, como ya hicieron tras disolverse Nervous Conditions por aquellas acusaciones de conducta sexual inapropiada contra su líder? Sea como sea, este souvenir de un momento no puede ser más valioso. Para la edición física, miren hacia Japón. ∎

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