Mucho han pasado y vivido, como tantos de nosotros, Raquel Berrios y Luis Alfredo “Luisfre” del Valle en los cinco años transcurridos desde “Regresa” (2020), revelador disco de debut sobre su retorno a Puerto Rico desde Nueva York. Así es, nótese ese 2020 entre paréntesis: Buscabulla tuvieron que promocionar su primera remesa de ambrosías electro-pop latinas desde casa por culpa de la pandemia. Y pasado lo peor de aquella, siguió la incertidumbre. Tuvo que llegar Bad Bunny e invitarlos a “Andrea”, el mayor hito de “Un verano sin ti” (2022), para alejarlos del desencanto y que Buscabulla pareciera opción de futuro.
Menos mal: “Se amaba así”, su esperado segundo álbum, es una de las mejores cosas que le hayan pasado últimamente a la música en español. Una emotiva exploración del amor, del amor moderno en general, pero sobre todo el propio amor de Raquel y Luisfre, puesto a prueba por los desafíos de la vida y de criar a una niña en Puerto Rico. Especie de actualización del legado de Pimpinela en la que, como de costumbre, se basan en diferentes ramas de la música latina clásica para crear un pop moderno de altísimo nivel.
El trip emocional-musical arranca con los aires slow disco de “El camino”, medio tiempo sobre corazones extraviados en busca de un destino, quién sabe si conjunto o no. Es un poco su particular “Go Your Own Way” (Fleetwood Mac): “Coge tu camino, baby / Escoge tu camino ya”, canta Raquel. Las cuerdas aportan un aire cinematográfico, épico, que convierten este tema de apertura en más bien toda una obertura. Los aromas de bolero se imponen en “Divino tesoro”, como después en “El empuje”, primera canción en la historia del grupo con voces principales de Luisfre, doloroso y vulnerable en su descripción de la dificultad de levantarse por la mañana en este mundo: “Aguanta el empuje / Dice aguanta, que es duro, bebé”. Luisfre lidera también (y vuelve a dejarse la piel, a mostrarse frágil con valentía) la notable “Mortal”.
Los momentos más puramente pop son perlas como “Te fuiste”, que a este cronista le recuerda a los mejores tiempos de Mecano (“Ay qué pesado” en concreto); “Incrédula”, en la que Raquel consigue erizar el vello con una letra tan sencilla como “no me entra en el coco”, o la canción titular, especie de elucubración sobre una Jeanette de ambientación sonora espectral y ululante; podría haber sonado sin problema en el tributo a la sexploitation europea setenta “The Duke Of Burgundy” (Peter Strickland, 2014).
“Se amaba así” es fácil de escuchar y, a la vez, atrevido y crudo en sus letras, sobre todo a la altura de una final “De lejito” sobre la necesidad –a veces– de poner distancia para que el cariño vuelva a aflorar con toda su fuerza: “Yo quiero que te vayas, bebito, lejos de mí / Pa’ que cuando regreses seamos felices”. Pequeñas osadías, arrebatos sentimentales, grandes estribillos y melodías, todo ello envuelto en sutil alquimia sónica: uno de los discos de 2025. ∎