Álbum

Cala Vento

Casa LindaMontgrí, 2023

La palabra entusiasmo es la primera que me viene a la cabeza cuando escucho a los Cala Vento de 2023. Porque esto es lo que hay que tener, y en grandes cantidades, para sacar adelante un proyecto como el del dúo catalán. Actitud es la otra palabra en la que pienso. Fruto de uno y de la otra es “Casa Linda”, que es el nombre no solo de este nuevo disco, sino también del estudio que han construido con sus propios recursos y en el que por supuesto han grabado estas once canciones. Si a esto sumamos que editan en su propio sello discográfico, Montgrí, resulta uno de los trabajos más claramente independientes y mejor trabajados de la actualidad en nuestro país, confirmando que aún hay hueco para creer en la autoedición y el punk como actitud en nuestros días.

“Más que satisfechos” abre la cara A con una intro que tanto recuerda a The Postal Service como, una vez que el riff principal de la guitarra entra en acción, a Jimmy Eat World. Los de Arizona, de hecho, probablemente sean el principal referente de este álbum. En este corte también encontramos la colaboración de la coral Gospelians de Girona, aunque su contribución pasa un tanto desapercibida en la mezcla. Es esta la primera de varias colaboraciones. Las otras son las de Amaral en “Teletecho”, una de las mejores canciones del disco, y la de Gorka Urbizu (Berri Txarrak) en “Passar pantalla”, cantada en euskera y catalán. En general, la electricidad del punk-pop es la que conduce el álbum desde su inicio, pero es en la parte final de esta canción cuando las guitarras eléctricas dejan paso a las acústicas y donde podríamos fijar el punto de inflexión que marca la parte más original del disco.

Tal como hiciera Will Oldham en aquella maravilla de disco titulado “Viva Last Blues” (1995), en las dos últimas canciones el dúo deja a un lado su formato de banda habitual y apuesta por la desnudez instrumental. “Casa Linda”, la canción, es una preciosa miniatura acústica rematada con sutiles arreglos de electrónica. De algún modo, me recuerda a Sufjan Stevens en “Should Have Known Better” de “Carrie & Lowell” (2015). “Conmigo” es la canción encargada de poner el punto final y también la más diferente a todo su repertorio anterior. Arranca con un teclado Moog que denota que han escuchado a los desaparecidos Brainiac, a lo que se suman sus dos voces, ahora en perfecta armonía, ahora cada cual cantando su parte, hasta llegar a un estribillo en el que la canción se ilumina con una melodía silbada y unos arreglos de puro pop que nos traen a la memoria a los suecos Peter Bjorn And John.

Dejando a un lado todas estas referencias quizá innecesarias, la idea que quiero transmitir es que este es un trabajo que merece la pena. Son once canciones en casi cuarenta minutos en las que no sobra nada y que se pasan en un abrir y cerrar de orejas. Es un trabajo hecho con una pasión y un cariño que se notan en cada detalle. Un disco con algunos de lo momentos más emocionantes que he escuchado en lo que va de año. ∎

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