Paola Rivero (guitarra), Alicia Ros (voz y bajo) y María Talaverano (voz y teclado), las mentes detrás de Cariño, han recorrido un periplo significativo hasta llegar a donde están ahora y lo han forjado con un pop ligero, juguetón e inocente, que podríamos calificar de “reconfortante” para quienes extrañaban la gloria del pop más naíf. La primera es de Tenerife, la segunda de Madrid y la tercera de Pozoblanco, Córdoba. Tras su mini-LP de debut, “Movidas” (2018), las chicas regresaron con su álbum homónimo, “CARIÑO” (2022), que las consolidó como los nuevos rostros del resurgir de esa era dorada, a lo TCR, Los Fresones Rebeldes o La Casa Azul.
Después de casi seis años girando, prácticamente sin descanso, incluyendo actuaciones en Coachella y una sesión en los prestigiosos estudios de la radio KEXP en Seattle, el éxito de Cariño también se vio reflejado en la viralización de su sencillo “Si quieres” de la mano de influencers como María Pombo y Laura Escanes. En un giro de guion, “TANTO POR HACER”, el nuevo álbum del trío, se mueve ahora entre la grandilocuencia del trap y el anhelo del pop más naif, donde el desamor se viste de Auto-Tune y los decibelios bajan de intensidad.
En la búsqueda de un sonido propio, Cariño han unido fuerzas con los productores argentinos Luis Lamadrid y Elmalamia, conocidos por su trabajo con Dillom. Cada uno hace los discos que puede o le apetece, y eso es totalmente lícito. De hecho, este cambio, que se presenta bajo un halo de madurez, puede generar cierta repercusión artística. La narrativa más divertida ha cedido paso a ritmos de trap con punta afilada. Esa versión de “Llorando en la limo” que hicieron allá por 2018 de C. Tangana podría verse hoy casi como una premonición.
Esta obra también podría considerarse una especie de Jekyll & Hyde musical, en la que Cariño emprende un viaje introspectivo para reconectar con su identidad fragmentada, con el objetivo de crear una pieza que refleje la complejidad de la experiencia humana y artística. Al igual que en la novela de Stevenson, la portada del álbum también juega con esta dualidad: muestra al grupo observando desde ambos lados de un autobús, explorando los contrastes entre la alegría y la tristeza, la luz y la oscuridad de la vida. Nos siguen pareciendo algo deficientes sus portadas, pero el alcance y la ejecución de lo que viene dentro está muy vivo.
“Nada es lo mismo” encabeza el álbum, una pista cálida que refleja el inicio de su proceso creativo y la necesidad de conectar con lo personal “Nada importa tanto como parece / Ni un examen ni un ascenso laboral / Vale más que un día a tu lado”. Tras este comienzo, los primeros llamamientos al trap de diseño llegan con “Veneno”, hablando de amores adictivos y dañinos. En “B2B”, se acelera el ritmo más urbano con el deseo y letras como “Te propongo un B2B / Tú ponte encima de mí / Y luego yo encima tuya y lo grabamo’ en un CD”. A continuación, los fans de Cariño seguramente encuentren en “Planeta raro” una de sus canciones favoritas, un tema de amor ideal para escuchar en solitario y reflexionar.
“Siempre pierdo todo” se convierte en una balada a piano sobre el miedo a perder a alguien, mientras que “Lo noto” incorpora una base synthpop y explora las contradicciones de las relaciones. En “Hay magia” se intensifica el tono, con un amor adolescente invencible, fusionando todo, lo clásico y lo contemporáneo. Por su parte, “Y yo que pensaba” destapa guitarras más pétreas y aborda la imposibilidad de olvidar a alguien.
“No quería escribir de amor” se despliega como una declaración de principios del grupo: siempre vuelven al amor, aunque sea doloroso. “La última vez” es el tema más pop del álbum, hablando de un último intento por salvar lo que importa. Ya hacia el final, “Puesta de sol” explora un patrón UK garage, guiándonos en un viaje hipnótico viaje por una puesta de sol frente al mar. Por último, el álbum concluye con “Botellas a pares”, un himno que resume la evolución de Cariño hasta el momento.
Sin duda, este álbum acaricia el trap, el underground, lo urbano, o como lo quieran llamar, buscando un lugar firme y decididas a no pasar desapercibidas. Es toda una declaración, y si a alguien no le gusta, pues ya está. Suerte. ∎