Álbum

Cocteau Twins

Heaven Or Las Vegas4AD-GASA, 1990

A pesar del dilatado período de hibernación discográfica, los grandes valores que en los últimos tiempos la crítica señalaban en favor de los Sundays –una delicada fusión de los Smiths con los mismos Cocteau–, o de sucedáneos recién incorporados tipo Faith Over Reason, no han imposibilitado en absoluto el regreso de una de las mayores destilerías que mejor ha sabido ondear el estandarte de su propia aura tras innumerables oleadas musicales.

“Heaven Or Las Vegas” (1990), su nuevo álbum, frena con plena emotividad el aceleradísimo impulso adquirido por el esplendoroso delirio mancuniano de los últimos meses; todavía conservan el sentido espiritual, la pureza melódica de sus composiciones, las armonías vocales y todo ese compendio de actitudes afines al lujurioso manto confidencial que cubre la figura de los Cocteau Twins. Algo que desde luego –quizá excesivamente influenciados– han olvidado muchas de las bandas que caracterizaban su particular entendimiento del rock (Aztec Camera, Primal Scream, That Petrol Emotion…). Obviamente, el brote generacional que acomete la nueva década es inmenso y las posibilidades de renovación cada vez mayores, pero en el caso de los Cocteau el cambio se establece según sus vivencias personales.

Probablemente “Heaven Or Las Vegas” no sea su mejor álbum, ni mucho menos, aunque temas como “Cherry-Coloured Funk” evoquen a aquel elogiable “Treasure” (1984) y su contexto lírico transmita reminiscentes vibraciones de “Victorialand” (1986) gracias al calibre pasional de “Pitch The Baby” o incluso “Road, River And Rail”. Tampoco es su disco más ambicioso, pero, sin embargo, SÍ el más SIGNIFICATIVO. Fue grabado durante el embarazo de Elizabeth Fraser en un corto período de cuatro meses. Fue editado con el propósito de coincidir con el primer cumpleaños de Lucy Belle, su hija. “Iceblink Luck”, el tema más pop del disco, ha supuesto el primer avance en un maxi del grupo tras “Love’s Easy Tears” en 1986.

La aventura comercial que supone entrelazar una conexión con el mundo exterior del juego y la diversión: Las Vegas. “Heaven Or Las Vegas”, como era de esperar, supone un excelente respiro que nos inhibirá temporalmente de muchas de las tensiones que acucian a los nuevos tiempos. ∎

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