Álbum

CUMGIRL8

the 8th cumming4AD-Popstock!, 2024

“the 8th cumming” es el disco de debut de CUMGIRL8. Anteriormente, solo han lanzado tres EPs: “cumgirl8” (2020), “RIPcumgirl8” (2021), y “phantasea pharm”(2023). Su nombre parece sacado de chat roulette, y de hecho afirman haberse conocido practicando sexo online. Esto es, en realidad, una mentirijilla que refuerza su relato, pues Lida Fox, Veronika Vilim, Avishag Cohen Rodrigues y Chase Lombardo son cuatro amigas de Manhattan “de toda la vida”. El cuarteto surge en el punk underground para reivindicar la falta de referentes femeninos en la escena. Es la misma razón que inspiró a Lena Dunham para escribir “Girls”, y lo cierto es que se encuentran muchas similitudes entre la serie y la banda: chicas precarias sobreviviendo en Nueva York, feminismo blanco desde el humor, por momentos muy incómodo; a veces, te ruboriza un poco. Sin embargo, CUMGIRL8 (salta a la vista) están mucho más cachondas. O son mucho más irreverentes (y saben que estando más cachonas se genera más escándalo).

La banda se describe como “entidad ameba alienígena sexualmente positiva”. También como ciberfeminista. Ante todo, punk, pero más performático que rabioso. Parecen más fans de Sid Vicious que de Ian MacKaye. Imagino que todas han nacido en nuestro planeta, y que los valores del feminismo cibernético no distan de la lucha en el plano tangible, por lo que entiendo que son cuatro mujeres que viven crónicamente online cuyo objetivo principal es sacarte los colores. “Hay que ser muy lista para saber hacerse la tonta”, dice Samantha Hudson, y CUMGIRL8 participan del mismo juego.

Así, “the 8th cumming” se abre con “Karma Police”, y así parece que quieran empezar una guerra comparativa que por canon saben que acabarán perdiendo. En realidad, la suya es una canción de punk-dance en falsete continuo sobre vuelos perdidos y equipajes robados, y es como si el karma las estuviese castigando a ellas por atreverse a desafiar a Radiohead. Saben que lo que hacen no es plato de buen gusto para nadie y disfrutan de ser odiadas: el karma ya hará su trabajo. De este modo, el cuarteto presenta un synth-punk cibernético que bascula entre lo real y lo virtual, lo marciano y lo humano. De hecho, ciberpunk sería una buena categoría para englobar la música de las neoyorquinas si no significase ya otra cosa, y es que este trabajo es mucho más bromista y menos apocalíptico. Sí que se ponen algo más post-punk en “mercy” o “simulation”, si bien el trabajo es un electroclash maquetero en el que de vez en cuando se cuela un riff industrial.

Cantan sobre la infección de orina en “uti” y se cuestionan su propia existencia en “simulation”: todas las voces del disco suenan teatralizadas o, en su defecto, distorsionadas, y ciertamente parece un álbum compuesto por extraterrestres si no cantasen sobre problemas tan relativos al aquí y el ahora. Cerca del final, en “iBerry” o “something new” se impregnan de un dance ochentero y nostálgico. En general, es un disco que recuerda a cuando lo-fi era un calificativo empleado para referirse al punk y no a un personaje de anime estudiando.

Aun entre el cringe y la política, el dance y el punk, lo fetichista y lo alienigena, CUMGIRL8 consiguen un disco por momentos muy bonito. Una reinvención del post-punk en territorio sintético y para la pista de baile. Probablemente, el cuarteto llevaría la pancarta más original de la manifestación y eso diluye la lucha del mensaje en favor de su performance, pero es que los marcianos no entienden los códigos de la Tierra. ∎

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