Álbum

El Relevo Alemán

SigrarRepetidor, 2025

Hay una suerte de orgulloso derrotismo –o de sarcástico triunfalismo– en las últimas entregas de El Relevo Alemán. Consciente de su adscripción estética a un tiempo que se esfumó (los noventa alternativos en el punto de mira), el trío madrileño nos habla en su sexto álbum de sueños truncados y especies en peligro de muerte: podemos enlazar una canción como “Parque cretácico”, la más slowcore de estas nueve, con esos “paquidermos en retirada” que “abandonan las salas de conciertos”, con el título que inspiraba su anterior larga duración, “La séptima extinción” (2020), porque ambas nos hablan del ocaso de una estirpe. Y ya desde ahí, extraer toda su entraña metafórica a capricho. Lo hacen, en cualquier caso, con el manojo de cortes más diverso que uno es capaz de recordarles. Indago en la web de los estudios El Nido, en pleno corazón de Cantabria, en el Valle de Iguña, y me barrunto que no debe haber mejor enclave para aislarse del mundo y tallar la mejor versión de sí mismos: ya habían probado allí con Brian Hunt para su anterior entrega, el EP “Belfast” (2024), de tres canciones, y da la impresión de que tan idílico refugio les ha ayudado a afinar el tiro más que nunca.

Desde las guitarras eléctricas que se desperezan y enroscan sobre sí mismas en “Rendición incondicional” (que tanto recuerda a Seam) hasta el afilado sesgo pop de “Max Planck”, que parece un imposible cruce entre Pavement y Weezer hasta que su maraña voltaica le pone la puntilla, hay aquí una amplitud de frecuencias con la que JC Peña (voz y guitarra), Cristina Arroyo (bajo) y Javier Otones (batería) consiguen que difícilmente te puedas aburrir o sentirte amodorrado por la redundancia. “Mainstream”, por ejemplo, hace honor a su nombre porque es lo más vocacionalmente comercial que han grabado nunca, dentro de sus límites. Y la disparidad de tempos facilita la escucha y logra que todo fluya, ya sea con el ritmo entrecortado de una “Trianon” cuyo inicio remite a Afghan Whigs, con la agilidad de una “Kennedy” que comienza al trote de “In Between Days” (The Cure) para implosionar en un estribillo muy The Wedding Present, con la contundencia restallante de esquirlas de “Victoria (1999)”, en la que destaca un espinado solo de guitarra, o con el frenesí de la espídica “Vals eléctrico de entreguerras”, que tiene un puntito a Lagartija Nick.

Que nadie entienda el mejunje de referentes como un reproche: son influjos que El Relevo Alemán moldean a su antojo, sin traicionar en ningún momento un código que dominan sin demasiada competencia por aquí, y que transmiten con su proverbial crudeza, con ese sentido físico del sonido tan de la escuela Steve Albini y de todos los meandros post-hardcore que podamos imaginar. ∎

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