Álbum

Elena Setién

Moonlit ReveriesThrill Jockey-[PIAS] Ibero América, 2024

Se confirma, una vez más: Elena Setién es una de las voces (en sentido amplio) más singulares e incomparables del actual panorama de la songwriter-performer, desde la base establecida en su San Sebastián natal, pero con palpable alcance a toda Europa y el mundo musical anglosajón. Por tercera vez publica un nuevo álbum en el sello de Chicago Thrill Jockey y la prensa británica se hace eco del evidente estatus que su obra tiene entre lo más destacado del muy enriquecido abanico de artistas contemporáneas que trascienden por completo el marco del cantautor para hacer de la intuición y la investigación herramientas inagotables. Sus años en Dinamarca trabajando entre la improvisación y el pop forjaron ese carácter.

Esta exploradora emocional que destila la técnica para dar cada vez más vuelo a lo más esencial de la cotidianidad, las sensaciones, las aspiraciones nada materialistas, se ha propuesto en Moonlit Reveries partir de la sencillez, tanto en las letras, con frases escuetas y directas, como en las líneas musicales y los patrones rítmicos. Y sin embargo no puede evitar que todo alcance una amplitud espacial, una atmósfera tan ensoñadora como realista, un misterio que indagar desde la más aprensible y acogedora melodía.

Después de haber colaborado, siempre como un diálogo enriquecedor, no como una compañía de conveniencia, con los estadounidenses Steve Gunn y Mary Lattimore o con músicos vascos como Mikel Azpiroz y Xabier Erkizia, Elena Setién ha contado en este disco como cómplice con el batería de Wilco, Glenn Kotche, como partner. Wilco ya había incluido a Setién en sus famosas listas de recomendaciones de fin de año por su anterior álbum “Unfamiliar Minds” (2022), y los patrones rítmicos que le ha ido aportando Kotche empujaron a Elena a definir un nuevo camino en sus inagotables formas expresivas, que en “Moonlite Reveries” resultan tan familiares como sorprendentes. También se ha basado más en la guitarra que en el piano para definir estas composiciones.

Pero sigue siendo la voz lo que conjuga todas las exploraciones y capacidades expresivas de Elena Setién. Una voz con capacidad de seducción y emoción inmediatas, que se multiplica en dúos y tríos preciosos y en un tratamiento de sonido absolutamente cautivador, que se apoya en la pronunciación en inglés y el cariño nada empalagoso puesto en cada sílaba, que es refugio y abrigo pero también mente despierta y atenta a la chispa de ingenio y al brillo de una idea perspicaz. Una belleza que se expande con aparente facilidad, no siempre cómoda y casi nunca por los cauces previsibles.

Es el conjunto de las once piezas y su secuencia plagada de hallazgos lo que cautiva y convence de “Moonlite Reveries”, más que la canción redonda y cerrada, que siempre mira de refilón a la estructura pop o folk. Los pizzicatos (Elena toca el violín y la flauta además de los teclados y la guitarra, casi todo en el disco menos las percusiones) y la risueña cadencia de Losing Control” con invitación a dejarse llevar; el rasgueo primitivo que recuerda a Mikel Laboa en la preciosa Strange” con inusual deriva melódica; el cíclico ritmo inquietante de Asking”; la cimbreante cadencia de Peculiar” que te atrapa al instante, con el bajo sintetizado de Mikel Azpiroz; los refinados colores latinos de Coloured Lizards”… Todo el recorrido está colmado de pequeños destellos que se hacen grandes instantáneamente, hasta llegar a la conmovedora Mothers” desde la contención emocional. Esta canción con la que Elena Setién quiere capturar “el abrazo esperanzador de la maternidad, el abandono y el ciclo de la vida” surgió del impacto y la tristeza por la prematura muerte de Mimi Parker de Low, pero está llena de luminosidad para la futura persona adulta.

El título de su álbum de 2019 sigue siendo válido: lo de Elena Setién es “otro tipo de revolución”, inspirada e inspiradora, bella e intrigante, fuerte y sensible, y con una gracia muy especial. ∎

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