Álbum

Helado Negro

Far In4AD-Popstock!, 2021

Dentro de la actual fauna pop procedente de la ética R&B made in siglo XXI, Helado Negro ya mostró su pasaporte de entrada en las grandes ligas por medio de su anterior LP, “This Is How You Smile (2019).

Dos años después de haber certificado dicho ingreso en las altas esferas pop, el más conocido como Roberto Carlos Lange se abrió más que nunca a la experimentación mediante el EP publicado bajo su nombre de nacimiento, “Kite Symphony, Four Variations” (2020), el cual fue descrito como una colección de “piezas impresionistas sonoras”, y también probó los brebajes de la materia oculta por medio de su colaboración con Xenia Rubinos. La alianza con esta última ya puso sobre aviso del interés de Lange por adentrarse en materia latina, aquí refrendada en temas como el hipnótico soul ultraonírico de “Agosto”, donde se deja acompañar por Buscabulla. Por su parte, en “La naranja” se empapa de soul cósmico, a través de una demostración impagable de elegancia obsesiva, siempre hasta el límite de una superficialidad nunca traspasada.

La confirmación desde hace dos años de la prominencia de la lengua de Cervantes como vía dominante en el actual panorama pop también llega a cortes como “Aguas frías”, donde el impresionismo nebuloso se apropia de cada átomo sónico a través de una calma balsámica, ensoñadora, que se extiende a lo largo de quince canciones unidas por la expresión del amor en sus más diferentes variables: del amor de pareja al familiar, pasando por la evocación de lugares y épocas pasadas a las que rendir pleitesía.

Dentro del policromo sónico gestado para la ocasión, canciones como “Aureole” incluso conectan con la vía hipnagógica trazada por grupos como Vanishing Twin. Y es que, más allá de la ruta principal, labrada a través de su receta habitual synthfolk con tracción funk, Lange se deja llevar por atmósferas retrofuturistas que evocan recuerdos bucólicos, incluso a través de metodologías a la búsqueda de la infancia por medio de la caligrafía avant-garde utilizada por Ernest Hood en su momento.

La aureola jazz oceánica aflora en los momentos más arty de un trabajo donde, muy significativamente, el título está tomado de una expresión de Laraaji, tótem de la disciplina ambient, de quien se empapa también para crear espacios oxigenantes que envuelven todas y cada una de las piezas aquí ensambladas.Ya sea desde la melancolía funk digital ochentera de terciopelo confeccionada para“Hometown Dream” o desde las cuerdas otoñales que pueblan el primer segmento de “Mirror Talk”, Lange ha apostado decididamente por encontrar su eje de rotación en la ingravidez inconcreta de un imaginario compuesto de formas estilísticas y eras musicales que entrecruzan extremos de saudade soul, exquisitez funk y bucolismo onírico. Magnético triángulo de atracción enfocado en cómo visualizar el ABC del pop mainstream bajo parámetros de actuación ajenos a la inmediatez que se presupone al mismo. Se mire por donde se mire, un logro desde el otro lado del espejo. ∎

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