Álbum

Hercules & Love Affair

In AmberSkint-BMG, 2022

El quinto álbum en estudio de Hercules & Love Affair supone un refrescante cambio de registro en la carrera de Andy Butler a pesar de su duro tono temático. “In Amber” llega al mercado discográfico con la mochila bien cargada de pesares: Hércules ya no tiene tiempo para flirtear. Eros cede el paso a Tánatos. Ahora es la inevitable mortalidad, la amenaza de la aniquilación global y ciertos problemas sociales enquistados en nuestro entorno occidental los asuntos que han condicionado la nueva colaboración de Butler con ANOHNI, ya saben, anteriormente, Antony Hegarty.

Si no atrás, sí a un lado queda la vertiente más hedonista de un proyecto concebido para las pistas de baile, a menudo con un filo reivindicativo, que despegó hace quince años gracias al single “Blind” (2007). Esta vieja colaboración con Antony, que cantaba y componía el tema –además de otros cuatro cortes en el primer álbum homónimo de Hercules & Love Affair–, se retoma, al parecer por iniciativa de ANOHNI, con el dúo Yazoo como inspiración y, al menos, una diferencia: si Vince Clarke dejaba cantar con inteligencia a Alison Moyet casi todas las piezas, Butler se atreve con cinco.

Salvo “Dissociation”, cedida a la islandesa Elín Ey(þórsdóttir), el resto de canciones se las reparten los dos amigos, casi alternativamente. Butler, cuya voz recuerda un poco a la de Michael Gira, se ocupa de sus propios temas: “Gates Of Separation” podría pertenecer a un disco de Angels Of Light; la tensa “Grace” y la bíblica “Repent” son el alfa y omega de “In Amber”; o la antimilitarista “You’ve Won This War”, que rebaja su solemnidad fúnebre con un bellísimo arreglo de clavecín, eso sí, a lo Nico y con la marcialidad de Budgie –batería de Siouxsie And The Banshees y The Creatures, presente en todo el álbum–. Sí, “In Amber” es un disco de post-punk electrónico gótico-existencial atravesado de melancolía, empoderamiento, diagnósticos varios y grandes canciones.

Cuando aparece ANOHNI, es como si alguien encendiera el interruptor de la luz, pero tipo erupción estromboliana. Es decir, no conviene fiarse de sus flujos a medio tiempo. La abrasiva señora Hegarty emplea todo su poder energético en soltar diatribas contra la homofobia –“Contempt For You”–, el dogmatismo –“Christian Prayers”– o el rechazo a lo único –“One”–. Sus letras, más intuitivas que las de Butler, que tiende más a lo narrativo, quedan iluminadas por una voz que hasta daría sentido al “Ob-La-Di, Ob-La-Da”. “Killing His Family”, donde persiste su fijación con los cadáveres –“Cripple And The Starfish”, con los Johnsons, ya tocaba este tipo de violencia–, es su “Frankie Teardrop” (Suicide).

Aun sin entender las letras, afrontar el oscuro “In Amber” en verano requiere de un esfuerzo. Pero el disco contiene suficientes elementos poéticos y de puro pop como para hacerlo suficientemente accesible. Hercules & Love Affair parece haber quemado este año el gusanillo dance con una remezcla de “Purple Zone”, por cierto, la mejor que se ha hecho de este tema del último álbum de Soft Cell. Pero parece que ahora todo el mundo quiere hablar de mortalidad, catástrofe y apocalipsis, aunque sea buscando la paz. Yo, por mi parte, solo pienso beberme un rebujito ahora mismo. Para compensar y sin acritud. ∎

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