IDLES en Hollywood (y por la puerta grande): se encargan de proveer las canciones de “Caught Stealing”, el nuevo filme de Darren Aronofsky, un thriller con el mundo del béisbol en la recámara basado en la novela de Charlie Huston publicada en 2004. Protagoniza Austin Butler y en España tiene previsto su estreno el próximo octubre con el título de “Bala perdida”.
La música incidental, mayormente una especie de ambient lúgubre y de ribetes industriales, corre a cargo del Rob Simonsen, músico de Misuri que desde principios de los dos mil se ha ido posicionando (bien) en el espeso campo de los compositores para cine; ya trabajó en Aronofsky en “La ballena” (2022) y en 2019 publicó un álbum a su nombre, “Rêveries”, bajo el paraguas de Sony Masterworks. Pero aquí son los de Joe Talbot y compañía quienes se llevan el gato al agua: las canciones de los de Bristol nos recuerdan que a los firmantes del todavía reciente “TANGK” (2024) no se les agota el brebaje de rock hiriente y post-punk sin caspa: escuchen la espesa y tóxica “Doom”, la avasalladora “Cheerleader” –desde ya a su caja de hits, con un Talbot que se sale–, la groovy “Coper” o la cavernosa “Rabbit Run” y entenderán por qué, tal y como está el patio, los chutes de electricidad del quinteto son de administración obligatoria para la buena salud del rock actual.
Dejamos para el final su cover de “Police & Thieves”, el clásico reggae de Junior Murvin (y Lee Perry) que The Clash ya se apropiaron en 1977 para el ámbito rock en su LP de debut y que aquí retumba (esa batería) con aristas amenazadoras y cubitos de alquitrán tóxico.
En espera de la película –Aronofsky es capaz de lo mejor y de lo peor–, reverencia para un soundtrack que merece un notable alto. ∎