#1 EP NACIONAL 2021

Ikram Bouloum

Ha-bb5So Urgent, 2021
Programadora, DJ y periodista, Ikram Bouloum sorprendió con las cartografías sonoras de “Ha-bb5”, un EP de cinco temas que, en apenas quince minutos, condensa una visión inédita de algunas de las músicas arraigadas en el norte de África. Juan Monge elogió en esta crítica un disco que, a final de año, fue escogido mejor EP nacional en las listas de Rockdelux de 2021.

La mano de Fátima es un símbolo de protección y providencia divina proveniente del mundo preislámico. Se conoce como khamsa en árabe, una palabra que también designa al número cinco en ese idioma, y no por casualidad, pues cinco son los dedos de la mano sagrada. Extendido a lo largo de la Edad Media por toda la cultura arabomusulmana y arraigado también en las creencias bereberes, el talismán protege contra los malos espíritus que causan la enfermedad y la desgracia y se cree que tiene el poder de neutralizar el mal de ojo.

Para Ikram Bouloum, la programadora, DJ y periodista catalanomarroquí que ahora desvela su propio proyecto con “Ha-bb5”, el número cinco reverbera con toda su simbología y poder protector. No parece casual que ese dígito forme parte de su alter ego bb5, una entidad virtual representada como una presencia hecha de cristales flotantes a través de la cual ha configurado sus propios temas; tampoco que sean precisamente cinco los cortes que conforman este primer EP.

Suena el rumor lejano de algo que podría ser un tbilat marroquí y no tardan en irrumpir ritmos pesados como paquidermos en “Henna”, que abre el disco como una procesión fastuosa. Desde el primer momento, Ikram pone de manifiesto una fuerza arrolladora, que canaliza a través de su voz –cantando principalmente en tamazight, su lengua materna, propia de los imazighen, el pueblo bereber de Marruecos, pero también en catalán y en inglés– y de una visión certera sobre cómo aunar el legado cultural de sus raíces y un punto de fuga hacia el presente y el futuro a través de la factura eminentemente digital de la producción de Mans O.

Ese primer tema, que da muchas de las claves sonoras y conceptuales sobre las que se fundamenta este proyecto, encierra una tragedia colectiva, ya que adopta el punto de vista de una madre y una hermana que lloran por una de las miles de vidas migrantes que se pierden cada año en el Mediterráneo. Ikram parte del dolor ante la injusticia y la desprotección en su forma más extrema para enlazarlo con el conflicto permanente que se instala en la existencia de aquellos y aquellas que afortunadamente consiguen llegar a las costas de Europa en “Maime”.

Esa sensación de vulnerabilidad, extrañeza y soledad se transmuta en orgullo y una forma de empoderamiento en “Ineia”, un punto de inflexión en el que la luz gana terreno a la oscuridad. Es una catarsis que da pie a otros dos cortes más exultantes y frenéticos (“Nhara” y “The Game”), que expanden las vías para recontextualizar el gwana y otros ritmos del Magreb.

Como DJ, Ikram plantea sus sesiones como espacios performativos capaces de albergar una multiplicidad de voces y sensibilidades. Lo hace rechazando una perspectiva unilateral y abriendo el foco a la irrupción de los ritmos globales: de la batida al dembow o el reguetón. “Ha-bb5” reposiciona esas coordenadas típicas de la música de club desde un enclave íntimo para remodelar la tradición amazigh, catalizando su dimensión política y espiritual.

Así, Ikram verbaliza la fricción entre Occidente y Oriente desde la experiencia y la complejidad del choque cultural, desarticulando una concepción rígida o excluyente de la identidad. Su discurso es muy potente y le permite mirarse frente a frente con otras dos mujeres europeas de origen norteafricano que cohabitan esa intersección entre latitudes y patrones sonoros y a las que les debemos parte de la música más inspiradora de los últimos años: Lafawndah y Azu Tiwaline. ∎

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