Álbum

Indigo De Souza

Any Shape You TakeSaddle Creek, 2021

El grunge-pop hipersentimental de “I Love My Mom” (autoeditado, 2018; Saddle Creek, 2021) tenía su encanto, pero no nos preparaba para la versatilidad y fuerza expresiva de “Any Shape You Take”, un segundo disco (primero grabado para Saddle Creek) tras el que Indigo De Souza ya podría retirarse tranquila, aunque esperemos que no lo haga.

Sí que se veía venir por un single como “Hold U”, su pieza más directa, maravillosamente directa hasta la fecha. Pocos elementos bien dispuestos: caja de ritmos, teclado básico, melodía perfecta, eléctrica juguetona y el groove menos agresivo del mundo. Puro pop disfrazado de indie rock, un poco como Sylvan Esso. Sonido más espacioso de lo habitual en connivencia con el productor Brad Cook (Gayngs, Megafaun). Letra de una pureza que no se estila: “Tú eres algo bueno, me he dado cuenta, lo he visto / Y quiero lo mejor para ti”. Es la perfección.

Pero incluso esa canción tiene algo de pista falsa. “Any Shape You Take” no es exactamente la reconversión de Indigo al indie pop con potencial más o menos masivo, sino un ejercicio de funambulismo entre tonos y estilos. Un disco a veces muy cruento (se compuso en parte como respuesta a una ruptura); a veces, como en “Hold U”, reparador y conciliador; a veces las dos cosas en una sola canción. “Me atrae la idea de usar muchos tipos diferentes de tonos, porque así funciona mi cerebro”, ha dicho De Souza en entrevista con ‘NME’. “No es unidimensional, tiene altos y bajos, así que trato de reflejar eso en la música”. Como el de todos, Indigo, como el de todos.

Tampoco es tan difícil entender la capacidad de su cerebro para pasar de los sentimientos oscuros a la explosión vitalista: casi cada día de casi cada vida es una montaña rusa. De Souza explora y combina luces y sombras de la forma más intensa posible, engañándonos con el caramelo con Auto-Tune de “17” para después marcarse la grunge “Darker Than Death” (“¿fue algo que dije?”, es la frase desesperada que más se repite) y una “Die/Cry” cargada de distancia y fuzz. Mejores sentimientos, aunque esté cantando sobre la dificultad de romper con alguien, abraza en esa preciosa canción llamada “Pretty Pictures”, con la que MUNA podrían hacer grandes armonías y Taylor Swift hacerse todavía más rica.

Después están las canciones revientamentes, las que cruzan todos los tonos. Como “Real Pain”, que arranca en clave de indie rock intimista y termina como perfecto pop de guitarras, pero entre medias tiene un interludio (bastante desconcertante, todo sea dicho) de alaridos metal y ladridos de perro. O como “Bad Dream”, en la que pasa del desgarro vocal de Alanis a algo más apático, que no menos embrujador. Parece haber tomado clases de flexibilidad de Frances Quinlan (Hop Along), con la que, de hecho, ha compartido algún concierto.

“No importa qué forma puedas tomar / Te querré de todos modos”, canta De Souza en la casi final “Way Out”. Ella y este álbum sorprendente también merecen ser queridos de forma incondicional. ∎

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