Jeff Parker ETA IVtet

ETA, un local de Los Ángeles que estuvo abierto desde 2016 hasta 2023, se anunciaba en Instagram como “A Jazz & Oyster Bar”. También era una galería de arte y, además de ostras, se servían cócteles. Todos los lunes, desde la inauguración del pequeño club, Jeff Parker y su IVtet ofrecían una actuación que comenzó siendo de versiones de estándares y fue desarrollándose hacia la libre improvisación. El lunes 2 de enero de 2023 hicieron su habitual actuación sin sospechar que en diciembre de ese año el club cerraría sus puertas definitivamente. Aquel no fue el último concierto del cuarteto de Parker en el local que habían hecho suyo, pero el disco publicado ahora con cuatro largos temas capturados ese 2 de enero de 2023 tiene el regusto del colofón y la despedida, la concentración, destilada, de todo lo bueno que ocurrió allí durante casi ocho años, en un reducido escenario situado delante de unas pocas hileras de sillas junto a un pasillo.

Instalado desde hace tiempo en Los Ángeles, Parker ha sido uno de los músicos más representativos de la escena de jazz experimental y post-rock de Chicago, en solitario o con Tortoise, Isotope 217, Chicago Underground Trio, Chicago Underground Quartet y formando dúo con el cornetista Rob Mazurek. Lo que hace con el cuarteto del ETA está en similar dirección, aunque, debido a las texturas que procuran el resto de los músicos y la cualidad muy orgánica de la grabación –cuatro controles de nivel para un micrófono por cada uno de ellos–, resulta más cálido y cercano. El primer tema, “Freakadelic”, no rinde tributo al estilo de Funkadelic, pero parte de un groove funk muy directo y asequible, que se extiende armoniosamente durante casi veinticuatro minutos. Es música para dejarse llevar, más rítmica o atmosférica, como en el caso del segundo corte, “Late Autumn”, construido sobre el diálogo entre la guitarra de Parker y el saxo alto con amplificación electrónica de Josh Johnson, representante actual de un jazz futurista con el que comulga poco a poco esta pieza en la que las notas del saxo van expandiéndose como un mantra psicodélico combinándose con los espaciados arpegios de la guitarra.

El cuarteto lo completan Anna Butterss, bajista angelina de jazz y electrónica, y el formidable Jay Bellerose, batería de sesión habitual en las producciones de Joe Henry y T Bone Burnett, cuya característica con los parches y platos, no tan jazzística, le otorga a la música del cuarteto un contrapunto menos cerebral. El tercer tema, un juego de palabras (“Easy Way Out”) con el título del disco (“The Way Out Of Easy”), tiene otra base hipnótica a cargo del contrabajo y el ingrávido juego de la batería; saxo y guitarra despliegan ambientes orientales o futuristas hasta que el tema muta hacia una rítmica penetrante animada por la repetición de unas pocas notas de la guitarra y la solidez al metrónomo de bajo-batería. La cuarta y última pieza, “Chrome Dome”, recupera el groove del inicio y añade sonoridad jamaicana en una brillante improvisación conducida con pausas por Johnson –aquí el saxo alto recuerda por momentos al Lurie de The Lounge Lizards y John Lurie National Orchestra– y alimentada con pedales de guitarra resonantes, rasgueos reggae y unos contagiosos toques de dub, en un conjunto muy analógico.

A nombre de Jeff Parker, pero con los mismos tres músicos del cuarteto, se publicó en 2022 el doble vinilo “Mondays At The Enfield Tennis Academy”, con temas grabados en actuaciones de 2019 y 2021. Es el otro documento sonoro de las actuaciones en ETA, pues no dejan de ser las siglas de esta Enfield Tennis Academy, nombre tomado de la academia regida por la dominante Avril Incandenza en la novela de David Foster Wallace “La broma infinita” (1996). ∎