Álbum

John Maus

Later Than You ThinkYoung-Popstock!, 2025

Cuando en enero de 2021 John Maus fue visto en el asalto al Capitolio de Estados Unidos junto a Ariel Pink y la cineasta documental Alex Lee Moyer, saltaron algunas alarmas, pero no demasiadas: y es que aunque Pink ya estuviera en plena espiral negacionista y manifestando públicamente su apoyo a Donald Trump, realmente Moyer y Maus tampoco eran a priori “sospechosos” de nada. Moyer contó entonces que simplemente estaban en Washington en busca de material audiovisual para posibles futuros proyectos –tanto Pink como Maus habían contribuido a la banda sonora de “TFW No GF”, documental de Moyer sobre la cultura incel estadounidense–, y siguiendo un impulso esencialmente sociológico. Y Maus se limitó a publicar en sus redes una encíclica publicada por el papa Pío XI en 1937 sobre la situación de Alemania ante el estallido inminente de la II Guerra Mundial: “Mit brennender Sorge (Con ardiente preocupación)”. “En su momento pensé que compartir aquel fragmento en el que se condenaba a cualquiera que construyera idolatrías desde la nación o la sangre, y en el que se considera diabólico cualquier tipo de racismo o nacionalismo, dejaba mi posición bastante clara, más teniendo en cuenta mis antecedentes y el legado artístico que yo había ido construyendo. Pero es evidente que no fue suficiente”, me dijo hace poco el propio Maus en una entrevista para la revista ‘NUEBO’. En 2023, de repente, y ante su participación en la ElectronICON –un festival especializado en vaporwave–, varios artistas reclamaron desde el anonimato la expulsión de Maus del evento básicamente por filonazi, internet amplificó la cosa y él se limitó a replegarse y aceptar la “cancelación”: “Si me expulsan de un cartel porque no quieren tocar con un nazi, lo entiendo; yo tampoco querría tocar con un nazi”, razona.

Me permito esta introducción quizá demasiado larga porque es necesaria para entender el que es el sexto álbum del artista de Minnesota, el primero después de toda aquella movida y el primero, también, en Young, que se ha atrevido a acogerlo en un movimiento arriesgado pero empático que se enfrenta diametralmente al juicio rápido y sin sentido que a veces se produce en la cruel plaza pública que generalmente son las redes sociales. En “Later Than You Think”, de algún modo, Maus se enfrenta a una especie de nuevo comienzo, retorna a una versión más minimalista de sí mismo –apuntar que cuando se lanzó a probarse en un momento más extrovertido y expansivo, actuando con banda en lugar de él solo con un micro y un portátil (formato que en su momento, por cierto, le valió una lluvia de abucheos y cerveza en un Primavera Club en Madrid), justo falleció su hermano, que lo acompañaba en la formación– y, al mismo tiempo, se renueva como artista de la calma y la espiritualidad abandonando la ira y la confrontación. Su gran tarea ahora es la reconstrucción; la más difícil de todas: “Aquí es donde la oscuridad termina y el dolor comienza. Empieza la parte de reconstruir tu vida”, canta en una “Reconstruct Your Life” que es bailar con los fantasmas de bailes de salón.

El gran apoyo de Maus en este tránsito es, y no lo esconde, la religión, y de hecho tanto el título (“más tarde de lo que piensas”) como una canción como “Disappears” parecen hacer sutil referencia al apóstol San Pablo, que descubrió la luz tras una temporada persiguiendo a los primeros cristianos. Pero, más allá de la evidente –quizá demasiado– declaración que supone “I Hate Antichrist” en este sentido, su percepción divina de la espiritualidad se manifiesta a través de la incorporación de coros celestiales y órganos sintetizados, que elevan temas como “Let The Time Fly” y “Theotokos” –versión libre de un himno mariano de John Taverner– a una condición casi eclesial, o que sumergen otros como “Water” en una niebla arcade que parece sacada de “Blasphemous” o “Castlevania”. En estos últimos años en los que un Maus divorciado y solo ha encontrado lo más parecido a un hogar en Misuri, también han tenido una importancia vital sus asiduas visitas a un monasterio local, con cuyos monjes aprendió canto gregoriano según el método de Solesmes, una técnica de aprendizaje diseñada por los monjes benedictinos de la Abadía de Saint-Pierre de Solesmes –en el noroeste de Francia– para preservar el gregoriano: el resultado es el “Adorabo” que cierra el disco, una versión propia del canto gregoriano de adoración que pone música al Salmo 138.

Más allá de la contemplación de la divinidad, en cualquier caso, sigue habiendo rastros del John Maus político en “Later Than You Think”: “Tous les gens qui sont ici sont d’ici” (“Todos aquí somos de aquí”), por ejemplo, se elabora sobre un eslogan de Alain Badiou, pensador maoísta y lacaniano del que Maus siempre se ha considerado discípulo, como del grupo del Tiqqun, los tiquinistas. También del mejor John Maus, el más depurado: “Because We Built It” abre el álbum como un mantra que está entre los más adictivos de su discografía, y que no por no sorprendente resulta menos emocionante –“Porque nosotros lo construimos, con fuerza lo quisimos, podemos verlo arder”–. Y temas como “Out Of Time” o “Shout”, construidos de forma casi esencial con solo una línea de sintetizador memorable e hipnótica, un ritmo motóriko y una melodía envolvente que apenas repite un manojo de palabras –a veces tan solo dos, como en la maravillosa “Tonight”–, nos recuerdan lo ubicuo que ha sido el espíritu de este filósofo-cantante torturado en los últimos diez años.

Después de las piruetas y los bailes, después de las alucinaciones divinas, un Maus agotado alcanza la lucidez por un segundo en “Pick It Up”: la verdadera revelación es aceptar que es normal extrañar lo que hemos amado y hemos perdido, y quizá es en esa reconciliación con las propias carencias donde se esconde realmente la divinidad. “Later Than You Think” es el disco de un loco que sabe que lo está, y que baila con la esperanza de que algún día mejorará. Y entonces el dolor, con algo de suerte, se habrá ido. ∎

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