Álbum

Johnny Jewel

HollyItalians Do It Better, 2023

Johnny Jewel no ha perdido el tiempo tras la disolución (snif) de Chromatics, anunciada en agosto de 2021 por los otros tres miembros del grupo, incluyendo Ruth Radelet, ahora con incipiente carrera pop en solitario. Hemos visto al jefe de Italians Do It Better producir a fichajes del sello como Farah, Glüme, Pink Gloves, Joon o Jorja Chalmers, además de colaborar en el debut largo de CASisDEAD en XL (“Famous Last Words”). También publicar su primer disco con Desire en más de una década: el algo infravalorado “Escape”, de 2022. O, hace muy poco, pasar por el festival MIRA de Barcelona (y días antes por San Sebastián) con una gira en solitario de la que se hablan maravillas.

Y ahora vuelve, por fin, a publicar bandas sonoras a su nombre, demasiados años después de aquel “Themes For Television” (2018) con material compuesto originalmente para el revival de “Twin Peaks”. Su nuevo disco recoge el score de “Holly” (2023), drama fantástico de la belga Fien Troch, con quien ya trabajó en “Home” (2016) y a la que debemos dos episodios del memorable drama policial “The Responder” (Tony Schumacher, 2022). Todavía más familiaridad tiene Jewel con el montador del filme, Nico Leunen, con quien ha trabajado en varias ocasiones, incluyendo “Lost River” (Ryan Gosling, 2014).

Según rezan las sinopsis, “Holly” cuenta la historia de una población sacudida por el incendio de una escuela secundaria y el misterio alrededor de una quinceañera, la del título (encarnada por Cathalina Geeraerts), que predijo el siniestro, un poco al estilo del prota de “Destino final” (James Wong, 2000) con aquel vuelo 180 de Volée Airlines. Sus dotes de premonición la convierten en una especie de curandera local. Hasta que, claramente, algo se vuelve a torcer.

Confesamente inspirado por Goblin, Tangerine Dream y el tándem formado por John Carpenter y Alan Howarth, se ha marcado un elegante homenaje al synth horror más minimalista que debe duplicar la capacidad de fascinación de las imágenes a las que sirve. El tema principal “The Witch”, claro hijo de los Goblin de “Suspiria” (Dario Argento, 1977), influencia ya en “Escape”, es una embrujadora (nunca mejor dicho) puerta de entrada a un universo musical inquietante pero bello, muy bello, sobre todo a la altura de “Necromancer” y “Totem”, con lo que parecen flautas de mellotron y delicadas notas de celesta. Todo se vuelve cada vez un poco más oscuro, extraño (o medio desafinado, como en “Flowers”), aparente intento de convertir en música el proceso de desmoronamiento del personaje titular. A tenor de lo escuchado, se diría que Holly no se dedica toda la película a curar gente.

El perfecto colofón es esa versión de “The Power Of Love”, de Frankie Goes To Hollywood, en la que Desire transforman una épica power ballad en algo realmente íntimo y sugerente. Da por soñar con todo un disco de covers en esta línea, de, digamos, hits de Paul Young, Howard Jones, Peter Cetera o John Waite. Ojalá Johnny esté leyendo esto. ∎

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