La banda dublinesa
Lankum se llamaba Lynched (linchados) hasta 2017, por el apellido de sus fundadores, los hermanos Ian y Daragh Lynch, pero decidieron cambiar de nombre por el
“acoso sistemático y asesinato de gente negra en los Estados Unidos”. Con una trayectoria iniciada a principios de siglo, que incluye música para documentales y series de televisión, es ya como Lankum, en estos dos últimos años, cuando el cuarteto que completan Cormac Mac Diarmada y Radie Peat ha echado realmente a volar.
“The Livelong Day” es su cuarto álbum en total (dos de Lynched, dos de Lankum) y, aunque parte de la fuente tradicional original del folk irlandés, hay un componente transgresor que se percibe claramente desde la primera canción del álbum, esa
“The Wild Rover” que han interpretado todos –se la considera el estereotipo de la típica canción borrachuza irlandesa–, desde The Dubliners hasta The Pogues. Los diez minutos de la versión de Lankum nos ofrecen una visión más oscura y profunda: nada de brindis festivos, sino el trauma del coma etílico.
El disco (cincuenta y seis minutos, ocho canciones) consta de otras cinco versiones de temas tradicionales, que reciben el mismo tratamiento de choque, más amenazador que melancólico, y dos temas propios (
“The Young People” y
“Hunting The Wren”). En las islas británicas se han atrevido a compararlos con Sunn O))) y Swans, por el tratamiento instrumental casi drone, pero, en realidad, el conjunto, aunque intenso, no llega a esos extremos. Sí tiene, en cambio, un aura espectral de folk post-rock, a la manera de Low. ∎