Álbum

M83

Hurry Up, We’re DreamingMute-Naïve, 2011
La épica es un oficio, y con esfuerzo y perseverancia Anthony Gonzalez ha llegado a dominarlo con maestría. A bordo de M83 –el nombre de una galaxia en espiral a unos quince millones de años luz de aquí–, el músico francés parece embarcado en la misión de expandir cada vez más su desmedido anhelo personal, de un carácter trascendental casi religioso. Impecablemente producido, repleto de canciones elevadas a la categoría de himnos, el sexto álbum de M83 se presenta como la culminación de una empresa larga que empezara, muy pertinentemente, en 2001 y que progresivamente ha ido afinando su vehículo intraestelar. Porque todo en “Hurry Up, We’re Dreaming” es sublime y extraordinario, de una grandeur casi impúdica en su ambición. Se trata de un doble álbum casi epatante en su afán totalizador y perfeccionista, tanto en lo referente a la producción –decenas de músicos e infinidad de crescendos sin fin– como en el mensaje post-new age. Debe uno ser muy escéptico para reprocharle nada a tan elevado afán, que reproduce el doble efecto de contemplar un cielo negro y estrellado: se siente uno empequeñecer y, al tiempo, convertirse en uno con el cosmos.

Desde la “Intro”, con una comedida pero soberbia Zola Jesus, hasta los violines cósmicos de la “Outro”, en veintidós largas e intrincadas composiciones, Gonzalez se ha visto capaz de ser tan místico como Spiritualized y tan inspirador como Arcade Fire, tan disfrutable como Daft Punk. Los sueños de la otra gente son materia delicada, pero cualquiera debería apuntarse a viajar a bordo de M83. ∎

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