Álbum

Madonna

EroticaMaverick-Sire-WEA, 1992

Con toda la marabunta que entre unos y otros han montado, a lo mejor habría que recordar que la mayor generadora de actitudes hipócritas de la historia, después de los diversos dioses y sus respectivos profetas, ha sacado un nuevo disco. Supongo que dará igual, tanto a los que se lo compren por inercia del bombardeo pro(y contra)mocional como a los que lo hagan buscando un placer onanista más barato que el libro, pero aquí, aunque a veces no lo parezca, se suele hablar de música.

Bien. “Erotica”, el primer producto de la nueva empresa de la Ciccone, Maverick, viene a ser el desarrollo de lo apuntado en “Justify My Love”: bajos entre sinuosos y percutantes, a veces descaradamente funkies (señores, dos apariciones de Doug Winbush, el de The Maffia y Tackhead), bases hip hoperas, fondos creando ambiente y la diva susurrando en plan Barry White (ojo, sin el vozarrón) antes de empezar a tararear en busca de un estribillo que inmediatamente se reconoce como suyo. Esto es más o menos la mitad del disco; luego van las baladas, tres, típicas suyas, insoportables para mi gusto, aunque “In This Life”, aparentemente dedicada a un par de amigos muertos de sida, tiene unos apreciables arreglos orquestales que se apartan del habitual empalagoso. También queda sitio para dos frivolidades: una versión de “Fever” a lo house-lolita que no funciona del todo por lo evidente de la elección, y un rap en plan A Tribe Called Quest a cargo de Mark Goodman y Dave Murphy donde a Madonna solo se la intuye en los coros. Pero en mi opinión lo mejor sigue siendo lo de siempre, “Deeper And Deeper”, una deliciosa petardada discotequera que al final se convierte en “Vogue”, y el pop inveterado de “Thief Of Hearts” y, menos, “Words”. Los textos no son tan tórridos como se pretende, ambigüedades de novela rosa, que más bien dependen de lo calenturienta que sea la mente del escucha; por ejemplo, “Why’s It So Hard” no significa, pillines, “Por qué está tan dura”, sino “Por qué es tan difícil” (amarse los unos a los otros). Mensajes positivos y liberadores, a fin de cuentas, que es lo que falta en su pueblo.

Hay que reconocer la valentía de la chica; ni musical ni por supuesto personalmente necesita exponerse como lo hace para seguir ahí, pero muchos ramonesdeespaña no tendrían de qué cuento vivir. ∎

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