Álbum

María Yfeu

HAZ LO TUYOraso., 2025

Estamos ante un nuevo renacer musical. Y posiblemente ante uno de los discos nacionales del año. Puede que sea por el torbellino de las melodías que transitan y todos los sentimientos que fluyen y despiertan. María Yfeu siente como si este fuera su debut, quizá porque “Santo Amaro” (2022) no desprendía la determinación que transmite “HAZ LO TUYO”. Produce Raúl Pérez en La Mina y cuenta con las guitarras de Diego Portugal y los teclados de Dani Molina.

El disco despega con “Cógelo fuerte (antes de que cambie)”, que ya parece una sutil declaración de principios “ahora o nunca” en forma de medio tiempo. Prosigue con “lo que pasó” y su magnetismo se expande en unas guitarras cristalinas, en unas voces envolventes. Hay mucho de vivido y de sufrido en estas canciones, que sobrevuelan el dolor y la pérdida, pero también de aprendizaje y de aferrarse a lo que aporta colorido. “HAZ LO TUYO” transita en un trip hop o un pop de ritmo lento y cocción alta, y provoca un efecto que se siente, se padece en la estrofa “Déjalo regresar / Haz lo tuyo”.

La apuesta es sólida y firme porque posee un sonido compacto, con garra pero desde la intimidad o la ligereza de sonidos leves, como se observa en “Nunca pierdas nada”. Algo que ahonda en “DHETLN” como una canción de despedida, de ausencia, de asunción. Pero luego emerge “suerte” como un hallazgo, donde te observas más allá proyectándote en el futuro e intuyendo la incertidumbre, sabiendo que “Estoy contigo pero, sin embargo / sé que puedo ir hacia el lugar que vi. / Amor, nada es para siempre / ni tú, ni yo / ni tú / ni yo”. Indaga en melodías tan slow que se instalan en un rincón especial que ilumina esa lámpara de mesilla, que identifica el rastro del día y entonces sueltas un “que te follen” liberador. Los ecos de esas melodías y de los efectos de “nada es para siempre (así)” resuenan como un mantra que acompaña los tiempos. Pero lo que desarma es la desnudez de “Dime que no”, maravilla en estado puro, que suena a destrozo íntimo pese a que “Yo perdí mi amor / a cambio de esa luz, / de esa luz”. El teclado de “C/ VIEJOS” suena a despedida final de algo, o al paso del ser yo a ser otro, con esos versos “Esa noche me duermo (…) paseando mi sueño” pero “y aunque te dé ese abrazo / tú nunca te vayas”. Al final, lo que perdura es este álbum, que tiene mucho por lo que te atrapa. Diez canciones que suenan vivas, vibrantes, que vienen de tragedias, de dramas vitales y cotidianos, pero que desprenden una magia sanadora, liberadora, avanzando firme ante lo siguiente. La sevillana María Yfeu lo logra. Un hallazgo que se instala en lo íntimo, floreciendo. ∎

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