Álbum

Marianne Faithfull, Vienna Radio Symphony Orchestra & Dennis Russell Davies

The Seven Deadly SinsRCA Victor, 1998
No solo de Lorca viven los centenarios. El año pasado también fue el Año Brecht, y como era de prever han sido muchos los que se han subido al carro conmemorativo para ver si caía alguna que otra subvención. No es el caso de Marianne Faithfull. De entrada, porque ella no necesita ninguna subvención; su pasado le ha proporcionado las suficientes rentas para vivir distendidamente sin tener que recurrir a vulgares jugarretas mercantilistas a costa de fiambres ilustres. De hecho, ella no es un fiambre ilustre de milagro. Y también porque la producción que Brecht pergeñara junto a Kurt Weill siempre ha sido una referencia inesquivable en su obra.

“The Seven Deadly Sins” es el nuevo acercamiento de Marianne Faithfull a esa música que José María Valverde tildara de “ratonil”. En esta ocasión, la exmusa de The Rolling Stones toma por los cuernos los nueve movimientos de “Los siete pecados capitales” con la voz rasposa, a contrapelo, que ha hecho de su garganta uno de los fenómenos más fascinantes de la música pop. Y sale casi airosa del trance. Casi, porque la Vienna Radio Symphony Orchestra que la acompaña –conducida por el estadounidense Dennis Russell Davies–, tan cuadriculada en la ejecución, tan exasperadamente preciosista, desvirtúa los logros de Weill a golpe de academicismo casposo, y la cosa acaba por resultar de un empalagoso subido. Y ni siquiera esos cuatro retales de regalo –“The Ballad Of Sexual Dependency”, “Bilbao Song”, “Pirate Jenny” y, cómo no “Alabama Song”– logran revitalizar el conjunto. Un cadáver exquisito, pero cadáver a fin de cuentas. ∎

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