Álbum

Matsu

UmbralWeAreWolves, 2025

Tanto en “Nosotros” (2020) como en “Oscilación” (2023), Matsu han operado desde la más estricta insularidad. El dúo formado por el granadino Miguel Membrilla y el jienense Francisco Pérez juega con referentes más o menos conocidos de la música electrónica internacional para plasmar sensaciones conceptuales que, desde la abstracción, penetran emocionalmente, te van envolviendo con alta pericia. Sus álbumes son como viajes sonoros que van pasando por diferentes fases (los títulos de cada tema, siempre conformados por una sola palabra que te orienta levemente) hasta dejarte con una sensación interna que, en mi caso, es de calidez, de acompañamiento. Creo que así entienden ellos su música, como un acto de resistencia a través del acto de compartir su propia construcción de la belleza.

La principal novedad de este tercer largo, más insular todavía, es que se han despojado de los ritmos. El origen más IDM del dúo se ha diluido en un prisma más ambient, o incluso cercano a la música clásica contemporánea. Como si su sonido ya renunciase por completo a hacer bailar y apostara por lo contemplativo o por la meditación, por una incitación a mirar hacia el interior.

“Fuga”, “Tensión”, “Esencia”, “Vértigo”, “Temblor”, “Arrebato”, “Refugio” y “Quietud” son los ocho temas de un álbum que parece aspirar a ser la banda sonora de un proceso mental o anímico. Ellos, de hecho, se han basado en el concepto del equilibrio inestable, ese punto de fragilidad en que algo está a punto de cambiar. Musicalmente, lo plasman solamente con pianos, cuerdas y mantos de sintetizadores, dejando que el poder de la armonía guíe los temas. En algunos momentos, esa armonía se desvía de su camino más previsible introduciendo elementos moderadamente más disruptivos hacia esa idea de umbral que perturba la placidez y sugiere cierta molestia, cierto desasosiego.

En realidad, el cambio sonoro que Matsu aquí sugiere no es tan brusco, pues ya lo habían anticipado en algún tema de “Oscilación”, como “Reacción”. La diferencia es que lo que entonces era una excepción, ahora se he vuelto una norma que no sabemos si marcará el camino futuro del dúo. Ellos han citado como referentes a gente como Nils Frahm, Ólafur Arnalds, Dustin O’Halloran, Brian Eno o Ryuichi Sakamoto, y aunque pueda sonar a palabras mayores, Matsu no se encuentran tan lejos de esa liga o, al menos, se puede disfrutar de su música con la misma pasión. ∎

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