Al igual que Gorky’s Zygotic Mynci, Mercury Rev han dejado primar la canción. Los ecos de Brian Wilson y las estratégicas paradas en otras épocas no les impiden sonar más contemporáneos que nunca. Las atmósferas de “Pet Sounds” flotan entrelazadas con el espíritu de aquel escondido “Christmas Album” que The Beach Boys registraran en 1964. Y así, a partir de
“Tonite It Shows”, el disco se impregna de un magnético ambiente navideño, se diría que sacado de un cuento de Charles Dickens. En él, los Beatles de “Magical Mystery Tour” se comen el turrón con la E.L.O. en la magnífica
“Opus 40” –sin dudarlo, una de las mejores canciones del año–, y
“Endelessly”, un retazo de pura orfebrería instrumental, con villancico incorporado y vestido con unas voces celestiales, espera agazapada mientras The Flaming Lips asisten desde la memoria al convite (
“Holes”).
“Delta Sun Bottelneck Stomp” nos enseña lo que bailarían los selenitas más horteras, y pone la estupenda guinda a los cuarenta y cinco minutos más inspirados de 1998.
Si
Spiritualized ocuparon el trono el pasado año, Mercury Rev deberían levantarse en armas e instaurar la república. Esto sí que es flotar en el espacio. ∎