Golpea y menea, rock y roll. Tiene tantos años el invento que su eficacia está garantizada, siempre que se haga bien, y realmente el ritmo golpee y menee, como lo hace el ritmo de
Mujeres, aplicados alumnos (chicos, cuatro, de Barcelona) del rock de garage cavernoso y vacilón, bailongo y pendenciero. Teniendo en cuenta el carácter retro del garage, que su lugar natural es el directo y que sus limitaciones formales casi siempre implican el fracaso de las grabaciones, ya sea por el sonido-interpretación o por la composición, Mujeres solventan el reto de grabar su primer álbum con una desenvoltura sorprendente.
Alternan subestilos (sesenteros), suenan compactos y contagian ese entusiasmo de pandilla de chicos que tocan juntos. Produce Santi Garcia, el hombre que lo hace todo en España, con un buen equilibrio entre crudeza y nitidez. Del tirón,
“Mujeres” suena excitante, ¡urgente!: un barullo de melodías coreables (en inglés) y de ruidos que muerden y arañan como una pulga hambrienta. No va a cambiar la vida de nadie, pero la hará más divertida. ∎